In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Dramaturgia del puertorriqueño en los conflictos bélicos de los Estados Unidos:¡Puertorriqueños? y Elliot, a Soldier's Fugue
  • Hortensia R. Morell

A raíz de las propuestas de José Luis González en su ya clásica Conversación con Arcadio Díaz Quiñones, la crítica puertorriqueña ha intentado superar las visiones maniqueas de la historia insular en torno al año de 1898. A las versiones hispanófilas o proamericanas de la ocupación de la isla en razón de la Guerra de los Estados Unidos con España, se sustituye una perspectiva más compleja, en muchos sentidos dialógica, sobre la situación política, cultural e histórica de la isla entre imperios. No se concibe la isla, según la hispanofilia conservadora, como una nación unida y democrática que resiste a los invasores; también se rechaza la visión de los norteamericanos como empresa altruista de redención civilizadora.

Repensando el 98, Díaz Quiñones explica: "Como todo año emblemático, el 1898 aparece como referencia transparente, pero en realidad está rodeado de zonas oscuras en torno a cuestiones de raza, nacionalidad, religión, fronteras culturales e imperio" ("Repensar" 195). González mismo consigue "resemantizar el 1898" (Irizarry 206) en su novela La llegada, donde los matices carnavalescos de la ocupación por las fuerzas armadas norteamericanas dibujan un momento de lealtades desdobladas, cruzadas y fugitivas. No en balde se efectúa el 25 de julio durante las fiestas del carnaval de Santiago Apóstol. Edgardo Rodríguez Juliá ahonda en su crónica "El cruce de la Bahía de Guánica" en la conmemoración anual del evento -disfrazado en la igualmente carnavalesca celebración de la constitución del Estado Libre Asociado, el ELA- el [End Page 27] mismo 25 de julio, y resume: ". . . las fiestas patronales. . . coinciden -cual palimpsesto histórico- con la llegada de los americanos, con la inauguración del Estado Libre Asociado, con el crimen del Cerro Maravilla. . ." (25).1

Porque el ELA legitima la presencia de los Estados Unidos y sus fuerzas armadas en la isla, así como la participación de los puertorriqueños en los conflictos bélicos norteamericanos, la literatura puertorriqueña ha procurado desenmascarar elocuentemente los terribles costos humanos que esa situación de dependencia autoriza. Baste mencionar en la narrativa "Una caja de plomo que no se podía abrir" de González, "El sapo en el espejo" o "Proceso en diciembre" de Emilio Díaz Valcárcel, o cualquiera de los relatos de Luis Rafael Sánchez donde algún veterano loco se constituye en protagonista -"La recién nacida sangre" y "La muerte mayúscula, la muerte minúscula," por ejemplo. Si bien Jaime Carrero también cala teatralmente en el tema con Flag Inside, Capitán F4C y El caballo de Ward, corresponde a los recientes dramas ¡Puertorriqueños? (2001) de José Luis Ramos Escobar y Elliot, a Soldier's Fugue (2007) de Quiara Alegría Hudes la exploración profunda del impacto en los puertorriqueños de su servicio militar en las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Me propongo por eso presentar aquí una comparación entre las dos obras, escritas en diferentes lenguas y poéticas teatrales, enfocándome en sus alcances temáticos, sus estilos y sus estrategias de composición y representación. Mi comparación valida en las obras las propuestas de González y Díaz Quiñones en lo que respecta a la controvertida historia puertorriqueña, historia cuya lectura lúcida se aleja de cualquier propuesta maniquea.

¡Puertorriqueños?, escrita en español en el centenario de la ocupación de la isla por los Estados Unidos en su guerra con España (1898-1998), explora las inestables definiciones de los isleños bajo y entre poderes coloniales, y su redefinición desde la imposición en ellos de la ciudadanía norteamericana en 1917. Ramos Escobar se enfoca en los descendientes de Don Fundador, criollo miembro de la resistencia original, y muerto durante las fiestas que celebran el arribo de los generales.2 [End Page 28] La...

pdf

Share