Los sentidos internos en la prosa medieval castellana (a propósito de Alfonso el Sabio y Juan de Mena)

LOS SENTIDOS INTERNOS EN LA PROSA MEDIEVAL CASTELLANA (A PROPÓSITO DE ALFONSO EL SABIO Y JUAN DE MENA) Por XAVIER TUBAL El sistema de facultades internas elaborado por la medicina y la filosofía medievales proporcionó una explicación de los más variados procesos fisiológicos y psicológicos del hombre que resultaba especialmente atractiva para poetas y escritores, pues ofrecía una serie de conceptos y descripciones que permitían enriquecer considerablemente el tratamiento de asuntos tan fundamentales como, por ejemplo, las sucesivas etapas del amor.1 La presencia de este bagaje conceptual propio de la filosofía natural no se redujo, de todos modos, a la literatura. Textos religiosos, políticos, didácticos o de crítica o teoría sobre las artes incorporaban, con diferentes objetivos, referencias puntuales o exposiciones pormenorizadas de estas facultades psicológicas . Son varios los factores que podrían explicar este fenómeno. La circunstancia de que el conjunto de las disciplinas filosóficas se observara, hasta bien entrado el siglo XVII, como un cuerpo de doctrina sólidamente constituido sobre la base del pensamiento aristotélico, propiciaba que toda materia se contemplara en estrecha relación con las demás. En cualquier enciclopedia, compendio de filosofía o poliantea de la época se podían encontrar consideraciones , por ejemplo, sobre la influencia de los astros, el ejercicio de la prudencia o las facultades internas del hombre presentadas en el marco de una exposición general sobre las partes de mundo sublunar aristotélico. El grado de especialización en las disciplinas que acogían las tres filosofías no había alcanzado todavía el punto de no retorno en el que se perdería la perspectiva omnicomprensiva del hombre y la naturaleza. Por otro lado, en la actividad intelectual y artística de los siglos XV y XVI se encuentran testimonios del interés general por determinar las relaciones del ser humano con su entorno, estudiando desde la percepción de los objetos a través de los cinco sentidos externos a los mecanismos que permitían la adquisición del conoci1 La presencia de la psicología en la literatura medieval y renacentista ha sido objeto de rigurosos estudios por parte de G. Agamben, L. Badia, L. Cabré, M. Ciavolella, A. Gargano , R. Klein, J. Mazzeo, A. Minnis, B. Morros, B. Nardi, W. Rossky, G. Seres y E. M. W. Tillyard, entre otros. Quiero agradecer a los profesores Alberto Blecua, María Morras, Rafael Ramos, Francisco Rico y Guillermo Seres la lectura de este trabajo y las útiles indicaciones que me proporcionaron para mejorarlo. 286traditio miento sensible e intelectual. La autoridad aristotélica y la curiosidad por las partes y el funcionamiento del cuerpo humano y la naturaleza en general resultan, por lo tanto, dos factores que permiten explicar la circunstancia de que textos no filosóficos se sirvieran de léxico procedente de la psicología para tratar cuestiones relativas al conocimiento y a la experiencia humana.2 Las facultades sensibles y racionales del hombre eran protagonistas directas de las explicaciones que entonces se proponían de procesos físicos y psicol ógicos tan importantes como los sueños, la adquisición del conocimiento o la experiencia del placer físico y mental. En este sentido, en el tratamiento de estos asuntos y en los contextos más diversos, es recurrente observar el empleo de léxico especializado procedente del saber anatómico y fisiológico que ostentaba por entonces la filosofía natural. Así, por ejemplo, en el contexto de un comentario o un prólogo a un cancionero como el de Petrarca o el de Pedro Soto de Rojas, la evolución que escenifican los protagonistas del Canzoniere y del Desengaño de amor en rimas y que determina, en definitiva, la estructura misma de ambas obras, se realiza partiendo de la teoría del conocimiento aristotélica y del papel que desempeñan las facultades psicológicas en el proceso de adquisición del mismo.3 En esta misma línea, participando de esta preocupación por las diferentes fases psicológicas que fundan el aprendizaje y la experiencia, se observa también un...