In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

Reviewed by:
  • Naciones intelectuales: Las fundaciones de la modernidad literaria mexicana (1917-1959)
  • Pedro M. Muñoz
Sánchez-Prado, Ignacio M. Naciones intelectuales: Las fundaciones de la modernidad literaria mexicana (1917-1959). West Lafayette: Purdue UP, 2009. Pp. 321. ISBN 978-1-55753-538-2.

La tarea que acomete Ignacio Sánchez-Prado no es fácil: la elaboración de una historia intelectual de México desde la Revolución hasta finales del siglo XX. Para dotar a esta de un hilo conductor, el autor parte del análisis sociológico de los campos literarios de Pierre Bourdieu, un reto del que Sánchez-Prado sale bien parado. Se trata de analizar la constitución misma de los campos literarios, para después estudiar sus relaciones con los campos de poder y analizar las prácticas de los intelectuales en el contexto de realidades más amplias, como la estructura de clases. En último término, se exploran las relaciones entre capital cultural y capital económico. Pero Sánchez-Prado, como Bourdieu, no ve una armonía perfecta entre estas dos instancias; es decir, el campo literario goza de cierta autonomía en la capacidad de crear su propia legitimidad, de producir ideas de nación alternativas a las generadas por el propio Estado (por el PRI).

Durante las fundaciones, momentos clave constitutivos de la literatura mexicana, se forman las naciones intelectuales, esos proyectos alternativos de nación presentados por escritores y artistas. Al autor le interesan, sobre todo, dos periodos fundamentales en la elaboración intelectual de la mexicanidad: la emergencia misma del campo literario (1917 y 1939) y la formación de instituciones culturales dominantes (1940 y 1960). La peculiaridad de la historia mexicana y la posición privilegiada del PRI como formador de discursos de identidad contribuyen a una historia cultural muy compleja en el occidente moderno.

El capítulo primero ("De la nación a la literatura nacional") parte de una de estas especificidades: que en México la literatura ha formado a la nación más que la nación a su literatura. El país ha contado con intelectuales de primerísima línea, cuyos intentos de "explicar" lo mexicano han tenido, a veces, un impacto mayor en el resto de Latinoamérica que en su propio país (Vasconcelos, A. Reyes, o el dominicano Henríquez-Ureña, serían algunos ejemplos de esto). A ellos habría que añadir filósofos españoles como José Gaos, absolutamente comprometidos con lo mexicano, o autores como Paz, de enorme proyección mediática.

En los años posteriores a la Revolución, en los que el muralismo demuestra una enorme capacidad de generar épica y sentido de misión popular, asistimos a la aparición de ideologías muy encontradas: los colonialistas (defensores del papel civilizador del hispanismo), los estridentistas (radicales pro-soviéticos), los humanistas de El Ateneo y las vanguardias minoritarias. En 1925 aparecen los debates sobre la literatura "viril", en torno a la posibilidad de una literatura genuinamente nacional de la revolución frente a una literatura inmersa en corrientes internacionales. Esta polémica es la primera fase en la formación de campos literarios autónomos, donde se da un paso cualitativo en la definición ontológica de la mexicanidad. Echamos de menos aquí alguna comparación de estos debates con los enfrentamientos del siglo XVIII español entre "afrancesados" (ilustrados) y castizos (defensores del Antiguo Régimen).

El capítulo 2 ("El alquimista liberal") está dedicado, en su mayor parte, al poeta y ensayista Jorge Cuesta, a quien la crítica no reconoció hasta finales de los setenta. Cuesta, excelente ejemplo de escritor generador de "campo literario", fue autor de solo cuarenta poemas, pero tuvo un gran impacto como editor de una antología de la lírica mexicana en la que aplicó nuevos criterios de selección, excluyendo al mismísimo Gutiérrez Nájera. En sus ensayos criticó lo que él consideraba conformismo pro-revolucionario sin caer en posturas reaccionarias. Su interés por el presente era radical, y en base a ello cuestionaba la tradición, ya sea revolucionaria o...

pdf

Share