In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

FALL 2009 219 a metatheatrical play dedicated to the 2003 victims in Mexico City, in which the characters sing about the crimes using norteño style music. Finally, Martínez also finds threads of surrealist impulses in plays like Lomas de Poleo, by Edeberto Galindo, Estrellas enterradas, byAntonio Zuñiga, which reflect the nightmarish environment in which the people of Juárez must live and work in fear. While Galicia’s introduction, “Memorias de duelo,” also describes each of the works, her detailed analysis of historical, political, cultural trends resulting from economic policies in 1965 and 1994, adds a level of sophistication not often present in typical introductions. In addition to economic policies, Galicia also investigates the growing violence related to drug and gang wars or the “generación de la maquila” and how these events are shaping the region. She traces the hypotheses surrounding the motives for the crimes: snuff films, satanic rituals, ritual for entrance into organized crime, organ trafficking, serial killings, sadistic sexual practices, sexual crimes, changing gender roles, border crime, and drug trafficking. Finally, Galicia’s research in “Memorias de duelo” offers the reader an excellent resource for materials related to the topic. This introduction provides both those who are knowledgeable about the crimes and those who are just discovering the atrocities with crucial insight into the plight of young women along the border. Upon reading the plays, one becomes distraught with the level of violence and terror contained within many of the works. It is tempting to put the book down and look away. However, the dramatists and academics who have crafted this important anthology would implore us to do otherwise, so would the women and girls of Juárez. Sarah M. Misemer Texas A&M University Roca, Cora. Saulo Benavente, ensayo biográfico. Prólogo. Carlos Gorostiza. Buenos Aires: Instituto Nacional de Teatro, 2007: 455 pp. Anne Surgers en su libro Escenografías del teatro occidental, designa a la escenografía como el arte de pintar el escenario. El escenógrafo es justamente quien conforma el espacio escénico para poner a funcionar un mundo, el del acontecimiento teatral. El escenógrafo argentino, Saulo Benavente, nace de una familia de artistas. Esta trayectoria ancestral, marcada desde sus abuelos circenses, su padre Francisco, dibujante y dramaturgo, su tía, la actriz María Padín, hasta sus propias experiencias en el circo cuando niño, lo lleva a reflexionar: “A los cinco o seis años comía a la mesa con mis padres, rodeado de actores y gente de teatro que contaban cosas que, por lo vívidas, son para mí contemporáneas” (65). Esta reconocida docente e investigadora teatral, ha publicado una biografía disfrutable de principio a fin. Estructurada en siete capítulos, se trata de un exhaustivo recorrido a través de la vida y la trayectoria profesional del escenógrafo. La autora articula las experiencias personales del artista con el contexto histórico nacional e 220 LATIN AMERICAN THEATRE REVIEW internacional.Apela además a testimonios de familiares, colegas y amigos (Osvaldo Bonet, Onofre Lovero, Jorge Rivera López, entre otros). Cuenta también con la palabra del propio protagonista a través de diversos reportajes, además del notable aporte fotográfico de Annemarie Heinrich. Las críticas teatrales citadas coinciden en exaltar “la magia escénica” y el talento plástico evidenciado por nuestro artista. No por azar éste firmaba las cartas que le enviaba a su pequeña hija María Saula como “tu fantástico papote mágico” (341). La investigadora construye un relato apasionante cuyo mérito reside no sólo en la copiosa información sino en presentarnos a Saulo en su dimensión humana. Podemos vislumbrarlo en su mameluco amarillo, con los bolsillos llenos de lápices, marcadores de colores, piolines, alambres y el infaltable martillo colgando. Esta imagen, grabada en la retina de los que lo conocieron, nos muestra a las claras que nuestro artista era un trabajador que se arremangaba para poner sus ideas en obra. Saulo era un caminante. De allí que se identificara con el lema Vivir no es necesario, navegar es necesario (213) de la revista uruguaya Marcha. Fue un...

pdf

Share