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PARA LA HISTORIA DE LA LENGUA Jens Lüdtke Universidad de Heidelberg Podemos abordar el tema de la lingüística románica histórica desde dos perspectivas opuestas: desde las cuestiones prácticas o desde las disciplinarias. Las investigaciones universitarias de nuestra disciplina dependen de la política educativa, por lo menos en Alemania. Deduzco de esta premisa el siguiente tratamiento por orden de relevancia: • reglamentos de exámenes • descripciones de cátedras • disciplinas lingüísticas e investigación Dicho esto, puedo empezar mi toma de posición por el orden inverso.¿Puede dejar de cultivarse una disciplina cuyo objeto sigue existiendo? Esta pregunta retórica revela que hay que buscar una respuesta por otro lado. Steven Dworkin llama a la disciplina lingüística románica histórica. Como lo indica la expresión, es una subdivisión de la lingüística románica, de modo que aquélla disciplina se cultiva cuando existe al mismo tiempo que ésta. Con esto se plantea el problema de la difícil división interna de la lingüística o, sin ir más lejos, de la lingüística románica. Tengo mis dudas respecto al consenso acerca de la división de la lingüística románica. Puedo dar aquí una presentación que tiene más bien el carácter de una confesión que de otra cosa, ya que debe carecer de justificación en el marco de esta discusión. En gran parte de la lingüística europea la distinción saussureana entre sincronía y diacronia es un componente bien establecido. Por consiguiente, la lingüística debería dividirse en una lingüística sincrónica y otra diacrònica. La corónica 31.2 (Spring, 2003): 67-72 68Jens Lüdtke,La corónica 31.2, 2003¿En dónde está el lugar de la lingüística románica histórica cuando aceptamos la oposición entre sincronía y diacronia? Es evidente que sustituir "histórico" por "diacrònico" es sólo un cambio terminológico, pero el término "histórico" por "diacrònico" tampoco es inofensivo. Este uso terminológico contiene una confusión o no distinción que nos ha llevado bastante lejos de una visión acertada del devenir de las lenguas. En efecto, la filología románica del siglo XIX ha limitado la historia a la gramática "histórica" y comparativa. Un neogramático como Hermann Paul estuvo consciente de la limitación de la gramática histórica. El modelo de esta gramática es la gramática descriptiva, que por principio no puede ser "histórica" (esta idea ya se encuentra en la primera edición de los Principien der Sprachgeschichte, 1880: 27). La presentación de los fenómenos no sigue la aceleración ni la retardación del cambio lingüístico, sino la ordenación preestablecida de la gramática descriptiva, despreciada entonces por su carencia de dignidad científica. Es extraño que Hermann Paul no haya sacado las consecuencias de su clarividencia,justificando la primacía de la gramática descriptiva sobre la histórica como gramática científica. Claro está que esto contradice su afirmación de que "no hay otro estudio científico de la lengua que el histórico" (Prinzipien der Sprachgeschichte, 18862: 19). Por lo menos en la época de la gramática histórica como doctrina dominante los especialistas sabían que no se podía identificar la gramática histórica con la historia de la lengua. La gramática histórica o diacrònica y la historia de la lengua ¿son objetos de la lingüística histórica? No dudo que la gramática diacrònica forme parte de la lingüística histórica, pero no creo que haya consenso acerca de si la historia de la lengua es objeto de la lingüística histórica. El status dudoso de la historia lingüística viene de muy lejos. La filología románica del siglo XIX distingue entre "historia lingüística interna" y "externa". Se vuelve a plantear de esta manera la división de la disciplina en gramática histórica e historia de la...

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