In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

PEREGRINAS Y VIAJERAS: DEVOCIÓN FEMENINA Y AVENTURA EN EL CAMINO MEDIEVAL A SANTIAGO DE COMPOSTELA Marta González Vázquez Santiago de Compostela En los últimos veinte años, coincidendo con el final del segundo milenio, pero también con el fortalecimiento de la política común europea que supone el ingreso de los países mediterráneos en la actual Unión Europea (en aquel momento Mercado Común Europeo o Comunidad Económica Europea), el secular fenómeno de la peregrinación a uno de los Finisterres europeos, el santuario del Apóstol Santiago el Mayor en Compostela, ha vivido una gran revitalización que continúa creciendo. Miles de personas, mujeres y hombres, de todas las nacionalidades y lenguas, hacen un alto en su quehacer diario para retomar los caminos que sus antepasados recorrieron ya durante los siglos de la Edad Media, para reclinarse ante la imagen de Santiago el Mayor, solemnemente ubicado detrás del altar mayor y recubierto por una rica armadura de plata, y arrodillarse ante sus restos. La idea de que Europa se conformó peregrinando a Santiago, desde el siglo X, ha supuesto un renacimiento del fenómeno peregrinatorio comparable al que se vivió La corónica 36.2 (Spring 2008): 241-56 242Marta Gonzalez VazquezLa coránica 36.2, 2008 durante los siglos XII y XIII, y al mismo tiempo ha provocado un gran interés por conocer cuáles fueron los orígenes y las características de la peregrinación desde sus orígenes, revitalizando los estudios y la investigación sobre los orígenes del culto a Santiago en la península Ibérica y en el resto de Europa, sobre la rápida difusión de su fama milagrosa y el establecimiento de una gran corriente devocional durante toda la Edad Media. Esteresurgimiento delllamado Camino de Santiagoylaperegrinación aCompostelarecuperaalmenosunadelas características delfenómeno en la Edad Media: su universalidad.1 La dramática ruptura de la cristiandad occidental a comienzos del siglo XVI y la orientación católica hacia una nueva espiritualidad, menos vistosa y visible y más personal, corrieron parejas con el ocaso del santuario compostelano. Junto con la drástica reducción en el número de peregrinos, se vivía también la decepción por parte de aquéllos que todavía se animaban a recorrer cualquier camino para llegar a Santiago: en 1589 el cabildo compostelano, oficialmente por temor a la invasión, por parte de Sir Francis Drake y la Armada inglesa, del territorio gallego después de la derrota de la Armada Invencible, pero quizá debido a la sospecha de que Felipe II podría desear trasladar las reliquias del Apóstol Santiago al recién construido monasterio del Escorial, donde el rey concentraba muchos tesoros eclesiásticos españoles,2 escondió el cuerpo del Apóstol, de manera tan admirable 1 La otra gran característica delperegrinaje compostelano en la Edad Media, su carácter milagroso, y muy especialmente las curaciones milagrosas que se obran al final de la peregrinación, ya no la recupera Santiago de Compostela en el siglo XX, quedando más vinculada a los santuarios donde se veneran recientes apariciones de la Virgen María, como Lourdes en Francia, o Fatima en Portugal. 2 Podemos recordar que el famoso Viage de Ambrosio de Moralespor orden del Rey D. Phelipe II a los Reynos de León y Galicia y Principado de Asturias, escrito en 1572, después de que el monarca hubiese nombrado al humanista andaluz cronista real, contiene una detallada descripción de las reliquias, tumbas reales, libros antiguos y riquezas de las iglesias que visita, temas que interesaban al rey con el objetivo de dotar adecuadamente al nuevo monasterio. Morales se siente más bien perplejo ante el estado de despreocupación cultural del clero gallego, y la falta de atención prestada a sus antigüedades, lo cual puede haber actuado como freno al aliento acaparador del monarca. Véase la Peregrinas y viajeras243 que la memoria del lugar donde había sido depositado se perdió durante siglos. Este factor devaluó considerablemente la peregrinación y aquellos peregrinos que...

pdf

Share