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Wide Angle 21.3 (1999) 42-65



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Hacia un cine político:
La Cooperativa de Cine Marginal

José Carlos Méndez (19 de julio de 1972)

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En el mes de junio de 1971 se realiza el II Concurso de Cine Experimental en 8mm, con el tema "El Problema Principal", auspiciado por el Comité de Agitación Cultural de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM. Durante las proyecciones, que incluyen debates entre el público y los realizadores, se repartieron diversos panfletos, unos a título personal y otros pertenecientes a grupos pequeños que habían participado en la realización de alguno de los trabajos presentados, pero todos en un tono politizante; pretendiendo dar un enfoque político del cine y del concurso mismo. Y es que lo inevitable del concurso es que se situaba bajo la influencia del movimiento estudiantil de 1968. La desmovilización que se creó después del 2 de octubre hizo que muchos activistas ablandaran la acción política y fueran absorbidos, de una y otra manera, por la "onda," la "cultura," etc., o simplemente quedaran aislados. Todos, sin una perspectiva clara de qué hacer. El concurso surgió en medio de esta situación, logrando que confluyeran nuevas tendencias que buscaban expresarse a través del cine. Es claro que no todos lo asumen de la misma manera: para unos es una forma de continuar la lucha política, o un receso en espera de condiciones más favorables; para ogtros, es un refugio, una defensa frente a un sistema que de todas maneras no aceptan, pero que no comprenden y el cual sufren existencialmente.

La mayor parte de las películas expresaban las vivencias personales del 68, aunque de manera distinta e incluso antagónica. Unas reflejaban la frustración, [End Page 42] [Begin Page 44] otras el escepticismo, el oportunismo, el optimismo político. Todas se man-tenían en un nivel de impugnación, de provocación, de rechazo, algunas de ellas en un oportunismo descarado, o de justificación, de buena conciencia. Sin embargo, la vieja discusión sobre cine comprometido políticamente, o artísticamente, sobre el carácter burgués de los concursos, de las competencias, que impulsan y pro-mueven una visión individualista y no social, sobre, el integracionismo y el izquierdismo, el reaccionarismo y el dogmatismo, etc., se pusieron de manifiesto en los debates, todo lo cual dio como resultado que se cristalizara en dos posiciones, en dos grupos antagónicos e irreconciliables, por cuestiones de principios: los que estaban por un cine de creación (expresión) personal, y los que estaban por un cine como hecho, como producto social, por un cine que fuera un instrumento político. Unos se declaran "independientes," otros, "marginales." Los "independientes" se declaran independientes de la industria (a la que ven en sí misma) pero dentro de los marcos del sistema. Los marginales se declaran contra la industria (a la que no ven como algo aislado, sino como el instrumento del estado en el campo del cine) y contra el sistema. Todo esto, en general, se daba más en un tono de radicalismo ideológico que en un nivel de claridad teórica realmente crítica y polémica, lo que hacía presente el riesgo de que todo aquello no fuera sino una repetición más de la vieja disputa, falsa como polémica, entre una concepción liberal y una populista. Lo nuevo era que tal discusión se daba en México en el terreno del cine. Terminado el concurso, ambos bloques se constituyen en grupos organizados: el Taller de Cine Experimental y la Cooperativa de Cine Marginal.

La Cooperativa de Cine Marginal se forma para hacer el cine que proponía y tratar de dar un contenido real a lo dicho, a su carácter de marginal. Conscientes de que hacer cine de modo individual no es posible, unen fuerzas, recursos, sobre la base de acuerdos mínimos, dada la heterogeneidad de sus componentes: una ideología...

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