Bibliographisches Handbuch der Calderón - Forschung (review)

146Bulletin ofthe Comediantes Naharro. Somewhat tiresome is the parade of literary reminiscences that Zimic offers his readers. I am not sure what is added to our understanding of the playwright by the observation that Torres Naharro in love reminds one «del desgraciado Musset, enamorado, prepósteramente, diríamos, de la desdeñosa George Sand.» Zimic's contention that every line in Torres Naharro serves as a vehicle for the presentation of the author's ideas may cause some readers to find specific details of a given play over-interpreted. And yet, for its over-all reading of the plays, this is the kind of exciting and inciting study that sends its readers back to the texts themselves to verify or re-evaluate previous interpretations . Ronald E. Surtz Princeton University REICHENBERGER, KURT UND ROSWITHA, Bibliographisches Handbuch der Calderón - Forschung, Teil I, Verlag Thiele und Schwarz, Kassel, 1979; 831 págs. El Bibliographisches Handbuch, realizado por los Reichenberger, va a ser muy valioso para los estudios calderonianos por la cantidad de información que recoge. Este volumen es resultado del intercambio intelectual de profesores ingleses y alemanes que se han reunido periódicamente a partir de 1969 en Inglaterra y Alemania. El formato es impecable y la documentación está presentada con encomiable organización. La obra tiende a resaltar la labor anglo-germana en este campo del Siglo de Oro, la cual ha sido muy fructífera y señalada. El manual lleva una introducción a cargo del distinguido hispanista, Hans Flasche, a quien tanto deben los estudios sobre el insigne dramaturgo español. Sigue Un prólogo de los autores, que graciosamente reconocen la ayuda recibida de sus colegas en general, y en donde se indica acertadamente que Hans Flasche, Alexander A. Parker y Edward M. Wilson son «los fundadores de la investigación moderna en torno a Calderón». Se sobrentiende, claro está, que en las investigaciones anglo-germanas, pero como esta parte va implícita y no se expresa específicamente, no estará demás recordar los comienzos de la crítica moderna, que, como puede advertirse, tiene sus orígenes en España. La crítica moderna de Calderón se inicia en los años veintes y coincide con la revalorización moderna de Góngora. Calderón, a diferencia de Lope, había defendido las técnicas poéticas gongorinas aplicadas al teatro. No fue el primero en hacerlo. Mira de Amescua y Vélez de Guevara lo hicieron con anterioridad, pero fue Calderón el que pasó a ser el representante de un arte simbólico, frente a un arte de imitación de la vida, postura teórica de abolengo clásico, propuesta por Lope. El libro del ilustre crítico, don Marcelino Menéndez Pelayo, Calderón y su teatro (Madrid, 1881 y 1910), había sido el canon seguido por la crítica. Reviews147 Menéndez Pelayo había discriminado entre un Lope lírico, popular, verdadero creador de personajes, y un Calderón superficial, doctrinario, recargado, y artificioso. La revalorización moderna de Góngora cambió esta perspectiva de pensamiento. Esta comenzó con la edición de las Obraspoéticas de don Luis de Góngora, hecha por Raymond Foulché-Delbosc (New York, 1921) y con un libro poco conocido, pero que influyó decisivamente, la Biografía y estudio crítico de don Luis de Góngora (Madrid, 1925), de Miguel Artigas. Con respecto a Calderón, los que comenzaron la nueva crítica calderoniana fueron Emilio Cotarelo Mori con su extraordinario Ensayo sobre la vida y obra de don Pedro Calderón de la Barca (Madrid, 1924), publicado anteriormente en partes en el BRAE, y Angel Valbuena Prat con Los Autos Sacramentales de Calderón (Revue Hispanique, New York - Paris, 1924), obra por la que recibió el Premio Fastenrath de la Real Academia Española. Desde entonces la crítica calderoniana se ha desarrollado hasta el punto de que se pueda decir que cuenta con la mejor bibliografía entre los dramaturgos del Siglo de Oro. A continuación, el índice de materias expone la organización de los documentos bibliográficos (comedias, autos sacramentales, obras cortas...