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A propósito de las fotografı́as: polı́ticas de la reconstrucción histórica en La noche de los cuatro caminos, Soldados de Salamina y Enterrar a los muertos antonio gómez l-quiñones dartmouth college  Introducción La noche de los cuatro caminos (2001) de Andrés Trapiello, Soldados de Salamina (2001) de Javier Cercas y Enterrar a los muertos (2005) de Ignacio Martı́nez de Pisón comparten varias caracterı́sticas. En primer lugar, estas narraciones forman parte del ‘‘resurgimiento de la guerra civil del 36 protagonizado [ . . . ] por narradores jóvenes’’ (Sanz Villanueva 376). Trapiello, Cercas y Martı́nez de Pisón nacieron respectivamente en 1953, 1962 y 1960, y todos publicaron sus primeras obras a finales de los años ochenta o a comienzos de los noventa.1 Son estos escritores de la democracia los que han provocado que la Guerra Civil española ‘‘vuelva a inundar las mesas de novedades’’ (Santos Juliá 48) y los que han deparado un tipo de narrativa sobre aquel evento con caracterı́sticas bastante definidas.2 Estas tres novelas cuentan con un narrador en primera persona que, desde el presente democrático, investiga un episodio de violencia polı́tica acontecido durante la guerra o la posguerra. En el caso de La noche de los cuatro caminos, este episodio es el asalto a una delegación de Falange por parte del maquis y el posterior ajusticiamiento de los guerrilleros. Soldados de Salamina se ocupa del fallido fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas y del soldado republicano que poco después le salva la vida. Enterrar a los muertos aborda el asesinato del intelectual progresista José Robles a manos de los agentes que la antigua 1 Andrés Trapiello publicó su primera novela en 1988, La tinta simpática. Anteriormente habı́a publicado ensayos y poesı́a. El primer libro de cuentos de Javier Cercas apareció en 1987, El móvil, y su primera novela en 1989, El inquilino. Ignacio Martı́nez de Pisón irrumpió en el panorama nacional con el volumen de cuentos El fin de los buenos tiempo (1994) y con la novela Carreteras secundarias (1996). 2 Entre las recientes novelas sobre la Guerra Civil que cuentan con una estructura parecida a la de La noche de los cuatro caminos, Soldados de Salamina y Enterrar a los muertos, podrı́amos destacar Maquis (1997) de Alfons Cervera, La hija del canı́bal (1997) de Rosa Montero, El nombre que ahora digo (1999) de Antonio Soler, Las guerras de Etruria (2000) de Julio Manuel de la Rosa, El lápiz del carpintero (2000) de Manuel Rivas, Un largo silencio (2000) de Ángeles Caso, Tu rostro mañana. Fiebre y lanza (2002) de Javier Marı́as o El rescoldo (2004) de Joaquı́n Legina. 90  Revista Hispánica Moderna 61.1 (2008) Unión Soviética envió a España para dirigir la lucha republicana. Estas narraciones no son exactamente novelas policı́acas y, sin embargo, todas tienen la estructura de una investigación sobre un crimen irresuelto o sobre el que restan incertidumbres. Ésta es una investigación que, como explica Shelley Godsland, supone además ‘‘an inquiry into the country’s—usually recent—past, a process that prompts the populace to exercise its memory about and of the past’’ (253). La indagación en un hecho histórico aparece secundada por unos narradores en primera persona que también disfrutan de un referente no textual: los propios autores de las novelas. Éstas no sólo afrontan referentes históricos (personas , acontecimientos, instituciones o lugares), sino que además sus narradores y protagonistas son personajes llamados Andrés Trapiello, Javier Cercas e Ignacio Martı́nez de Pisón. Éstos mencionan sus anteriores obras e incluso aspectos constatables de su propia existencia.3 La noche de los cuatro caminos, Soldados de Salamina y Enterrar a los muertos muestran también un gran interés en explicar y documentar la procedencia de la información que novelan. Las pesquisas bibliogra ́ficas, el cotejo historiográfico, la cita de fuentes documentales o las entrevistas con testigos autorizados ocupan buena parte de la narración. Se podrı́a concluir que...

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