Abstract

En este estudio se explora cómo el desquiciamiento del orden público, producto de la crisis socio-político-económica que empieza en el siglo XVI, se refleja en el teatro de Calderón de la Barca y específicamente en La vida es sueño. Al igual, se trata de demostrar la eficiente y lograda eficacia comunicativa del dramaturgo en su labor ideológica de encauzar el espíritu racionalista de los españoles que había empezado a desarrollarse en ese breve período de modernidad que, desafortunadamente, el fracaso económico del país había desmoronado.

En La vida es sueño confluyen un gran número de signos visuales y textuales, todos ellos entrelazados, que presentan un relato de caos y desorden. Calderón, en su tarea correctiva, combina los diversos planos significantes que pone a su disposición la fiesta teatral para proponer la vuelta al orden — no un orden nuevo — a través de la estricta observación de los principios que rigen al estado absolutista monárquico-cristiano.

pdf

Share