Florindo (review)

La vigésima cuarta entrega de la colección Los libros de Rocinante, del Centro de Estudios Cervantinos, nos ofrece el Florindo de Basurto en edición de Alberto del Río Nogueras. El Florindo se publicó en 1530, cuando el género caballeresco se alzaba al cenit de su popu-laridad. El título completo informa de sus contenidos: 'Libro agora nuevamente hallado del noble y muy esforzado cavallero don Florindo, hijo del buen duque Floriseo de la Estraña Ventura, que con grandes trabajos ganó el Castillo Encantado de las Siete Venturas. En el cual se contienen diferenciados riebtos de carteles y desafíos, juizios de batallas, experiencias de guerras, fuerças de amores, dichos de reyes, ansí en prosa como en metro, y escarmientos de juegos e otras cosas de mucha utilidad para el bien de los lectores y plazer de los oyentes'. Se ha elegido para la portada el hermoso grabado que sirvió al mismo propósito en la editio princeps (Zaragoza: Pedro Hardoyn, 1530), donde se muestra al epónimo protagonista, ataviado con armadura, la espada terciada, a lomos de su caballo.

Como es marca de los volúmenes que integran Los libros de Rocinante, el Florindo viene precedido de un excelente estudio preliminar, que lo sitúa certeramente en su contexto literario e histórico. Reflexiona en primer lugar Río Nogueras en torno al tratamiento que Basurto dio a los musul-manes. En una época en la cual la política imperial española se declaraba recelosa del poder marítimo de las naciones árabes, el autor lanza a su personaje a una guerra sin cuartel contra los musulmanes, e incluso llega a enfrentarlo a Mahoma. El Florindo relata la conquista del Castillo Encantado de las Siete Venturas, que es una alegoría de la lucha contra los siete pecados capitales. Explica Río Nogueras que 'Se convierte así la obra de Basurto en un texto precursor de las versiones a lo divino de los libros de caballerías' (x). No obstante, el Florindo discrepa del género caballeresco y de la literatura de la época en el uso de varios elementos narrativos. La negativa del protagonista, en el desenlace de la novela, a tomar por esposa a la hija del rey Federico vulnera las leyes del género, mas preludia ese mismo rechazo al matrimonio que Montalvo introdujo en las Sergas. En efecto, Basurto no sólo nadó contra las corrientes literarias consuetudi-narias, sino así también contra las directrices morales de su tiempo, que habían sacralizado el matrimonio. Explica Río Noguera que en la primera mitad del Quinientos se publicó el Sermón en loor del matrimonio de Juan de Molina, que seguía la tendencia impuesta por algunos coloquios de Erasmo y por la Institutio foeminae christianae de Luis Vives. A modo de conclusión finaliza Río Noguera su clarividente estudio: 'Don Florindo, aunque frustrado intento de hacer discurrir al protagonista por sendas tan peregrinas como las de la misoginia militante o las pendencias de tahúres, merece un puesto digno en la nómina de los libros de caballerías por la rareza del intento así como por la singular atención a los recibimientos triunfales, por el muestrario extenso de poesía cancioneril ligada a los entretenimientos cortesanos y por el papel precursor en la reelaboración a lo divino del género caballeresco' (xxiv–xxv).

Las narraciones que relataban las hazañas de caballeros constituyen un género clave para el entendimiento de la cultura y la literatura españolas del Medievo y el Renacimiento, además de para sopesar en su justa medida la ficción en prosa de esos periodos. Por ello, la labor editorial del Centro de Estudios Cervantinos es merecedora de todo encomio, pues mediante Los libros de Rocinante pone al alcance del estudioso (y del curioso) los ejemplos señeros de esta corriente literaria. Bienvenido...