Abstract

The Special Period was an artistically fruitful and prolific period for both generations of the Nueva Trova, boasting a productivity and creativity rivaled only by that of the late 1960s and 1970s in Cuba. In fact, many of the songs composed during the Special Period are commentaries, either subtle or overt, about those early years of the revolution. But the present is not left unscathed. Although both generations express their disappointment and anger, the expressions take very different forms. For the first generation of the Nueva Trova, especially Silvio Rodríguez and Pablo Milanés, criticisms of the present are often edged with nostalgia for the unfulfilled promise of their revolution. In the case of the Novísima Trova, there is little or no nostalgia. Rather, and most successfully in the songs of Carlos Varela, the songwriters' experience is represented as a family drama tinged with Oedipal rage for the generation that sacrificed them without their consent.

Abstract

Para las dos generaciones de la nueva trova, el período especial fue una época prolífica notable por una creatividad que solamente se acerca a la de los últimos años de la década de los sesenta y de los setenta. De hecho, muchas de las canciones compuestas durante el período especial son comentarios —o sutiles o explícitos—de los primeros años de la revolución. No obstante, el presente no evita la crítica. Aunque las dos generaciones expresan su decepción y rabia, las expresiones toman formas muy distintas. Para la primera generación de la nueva trova, especialmente Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, las críticas del presente muestran una nostalgia por la promesa inacabada de la revolución. En el caso de la novísima trova, hay poca nostalgia. Al contrario, y específicamente en las canciones de Carlos Varela, su experiencia se presenta como un drama familiar en que su generación demuestra un enojo edípico hacia la generación anterior que sacrificó la generación menor sin permiso.

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