Abstract

The production and dissemination of Cuban animation has undergone dramatic transformation in recent years. Over the past decade alone, computer-generated images (CGIs) have replaced much of the hand drawing and painting, and the animation studio at Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC) has stepped up its efforts to engage with the international sphere—participating in more festivals, entering new markets, and providing services to clients around the world. This transformation has not meant a complete rupture with the institution's past, however. The studio's original mission—contributing to the creation of a uniquely Cuban culture—remains intact. And its commitment to the revolution has not wavered. Animation artists continue to perceive their primary role as serving their compatriots, especially the children of their nation, and resisting hegemony by proffering alternatives to Disney representations. So while digital technology and international market forces have had a major impact on Cuban animation in recent years, the global industry has not usurped the island's local tradition. On the contrary, autochthonous animation is thriving in Cuba. This essay integrates the reflections of numerous animation artists to analyze the way in which Cuban animation has carefully balanced political aims with aesthetic concerns, local needs with global forces, and tradition with innovation.

Abstract

La producción y distribución de los dibujos animados cubanos han experimentado una dramática transformación en los años recientes. Durante la pasada década, las imágenes generadas por computadora—o CGIs, por sus siglas en ingles—han remplazado en gran parte al dibujo y la pintura hechos a mano, y el estudio de animación Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC) ha incrementado los esfuerzos dirigidos a su inserción en la esfera internacional—participando en más festivales, penetrando nuevos mercados y ofreciendo sus servicios a clientes de todo el mundo. Sin embargo, esta transformación no ha significado una ruptura total con el pasado de la institución. La misión original de los estudios—contribuir a la creación de una cultura únicamente cubana—se mantiene intacta y su compromiso con la revolución no ha disminuido. Los artistas del dibujo animado siguen considerando que su función principal es servir a sus compatriotas, especialmente a los niños, y resistirse a la dominación de los Estados Unidos, ofreciendo una alternativa a los dibujos animados de Disney. Por lo tanto, aunque la tecnología digital y las fuerzas del mercado internacional han tenido un impacto importante en la animación cubana de los años recientes, la industria global no ha usurpado la tradición nacional de la isla; sino que, por el contrario, en Cuba la animación autóctona está en pleno florecimiento. Este ensayo reúne las reflexiones de numerosos artistas de la animación, a fin de analizar la forma en que la animación cubana ha balanceado cuidadosamente los propósitos políticos con los aspectos estéticos, las metas nacionales con las influencias globales y lo tradicional con lo innovador.

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