Mi padre no tuvo templos
- Mi padre no tuvo templos
Mi padre me enseñó de la feMientras me acariciaba el cabelloSu mano era la conciencia de mi vidaSu bondadOtro mandamiento que aprendí a repartir.
Mi padre no tuvo templosNi riquezas doradasFue un devoto de la verdadY supo curar la tristezaCon su mano diminuta queCabía en la mía.
Me entregó biblias imaginariasY noches azules cuando la feEra tan sólo el saberse vivoEsa fue su feY él fue la fe míaLos diez mandamientosQue me entregaba mientras enumerábamos las estrellas. [End Page 82]
Marjorie Agosín grew up in Santiago Chile hearing the stories of her family who escaped the Holocaust as well as the pogroms. Agosín has documented her family's lives in two memoirs A Cross and a Star and Always from Somewhere Else. She is the author of Among the Angels of Memory, a collection of poetry dedicated to her great grandmother. The author of nearly twenty books as well as the recipient of important literary and Human Rights awards, Agosín is a professor of Spanish at Wellelsey College where she teaches courses on the literature of Latin American Jewish women and on human rights.
