Tiempo de exilio: Una mirada crítica a la modernidad española desde el pensamiento republicano en el exilio (review)

En este libro, Mari Paz Balibrea aboga por una relectura del corpus cultural del exilio republicano como memoria política crítica a la modernidad española contemporánea, cosa que realiza a través del análisis de la obra de tres intelectuales republicanos exiliados: Eduardo Nicol, María Zambrano y Max Aub. Enfatiza la autora que la recuperación memorística que supone su trabajo no tiene como motivo fines puramente eruditos ni académicos, una especie de "¿qué hubiera podido ser si…?," sino que se trata de una fuente útil con la que repensar críticamente la actualidad moderna que se acabó imponiendo en España después de la Guerra Civil. Demuestra que, refiriéndose a la recuperación del legado exílico en la cultura posfranquista, incorporación cultural no equivale necesariamente a incorporación política.

Tras un estudio bastante amplio de la historiografía literaria escrita sobre el periodo franquista, concluye la autora que la inclusión de la aportación exílica en dicha historiografía ha sido en la mayoría de los casos marginal, tachada muchas veces de nostálgica y/o incapaz de sintonizar con la contemporaneidad española. Difiere abiertamente con críticos, entre los que ella destaca a Jordi Gracia, que localizan las raíces tempranas de la modernidad española alcanzada con el advenimiento de la democracia en la producción de unos escritores falangistas de raigambre liberal opuestos al régimen en sus primeras décadas.

Para Balibrea, la historiografía literaria antifranquista propuesta por Gracia y otros sirve "como un eslabón más en la continuidad de esta narración liberal de la cultura nacional española desde el s. XVIII y que tiene a la democracia como final feliz del por siglos inacabable drama de construir una modernidad española" (60). Según ella, tales posturas restan importancia a los logros de la misma dictadura en el proceso de modernización del país, una modernidad que, aunque "de orígenes infames" (77), será la base sobre la que se construye la democracia.

A través de un análisis de la producción cultural de los tres componentes del exilio republicano antes mencionados, Eduardo Nicol, María Zambrano y Max Aub, el libro ofrece una mirada crítica a la historia hegemónica moderna impuesta en España por el franquismo. Para los tres autores los recuerdos de su país de origen tendrán su punto álgido en los años de la República y la guerra. Como explica la autora, en un momento determinado de su obra y de manera implícita o explícita, todos abogan por una forma de socialismo humanista, en la cual los medios de producción están controlados por el gobierno y el ciudadano tiene libertad de expresión, cuya encarnación era la Segunda República por la que estaban dispuestos a comprometerse políticamente. Y aunque reconoce Balibrea que en los casos de Nicol y Zambrano (no así con Aub, que, como dice la autora, prefiere "escribir contra la historia" [195]), su producción se hace cada vez más apolítica a partir del exilio, este libro se enfoca en el componente político de la misma.

De ahí que la lectura de la obra de estos intelectuales que se relaciona con su compromiso con la República y algunas de las articulaciones políticas más radicales que la componían (comunismo, socialismo y anarquismo, entre otras), resulta crítica para la modernidad impuesta por el franquismo, sobre la cual se ponen los cimientos democráticos. Es aquí que el trabajo de Balibrea hace su contribución. Por el hecho de revalorizar la obra exílica a la luz de su herencia política y sostener su incompatibilidad con las formas modernas vigentes ahora en el pa...