The Avant-Garde and Geopolitics in Latin America (review)

Dos posiciones encontradas enmarcan el debate sobre el que se articula este libro: por un lado, la apuesta persistente por las vanguardias en la producción crítica latinoamericana; por otro, la idea de que las vanguardias son un tópico muerto. A pesar de su distancia, ambas posturas se asientan sobre una perspectiva común: la creencia de que las vanguardias representan, en palabras de Fernando Rosenberg, "a nostalgic quest for the lost place of art as a master arbiter of cultural value or for the social forces unleashed in the golden age of avant-garde activity" (15). Frente a estas posiciones, Rosenberg presenta una relectura de la vanguardia más allá de las categorías y funciones que ella misma se ha dado dentro del relato celebratorio de la modernidad—y que han alimentado hasta ahora su abordaje analítico: su experimentalismo formal, sus articulaciones institucionales y sus modos de inserción en el espacio público. Centrándose en la obra de Roberto Arlt y Mário de Andrade, el libro de Rosenberg trae consigo una transformación radical del modo de abordar el problema tanto desde el punto de vista histórico como epistemológico. The Avant-Garde and Geopolitics in Latin America se propone enfatizar el lugar estratégico que ciertos textos de los años 1920 y 1930 tuvieron en la articulación de una crítica de la modernidad desde los márgenes de los procesos de globalización. Esta mirada resulta crucial para señalar la relevancia que las vanguardias pueden tener hoy en la constitución de una crítica latinoamericanista. Según Rosenberg, al operar fuera de la dicotomía modernidad y tradición, centro y periferia, nativismo y cosmopolitismo, el universalismo "situado" o "posicional" de Arlt y Mário de Andrade permite salir del impasse que ha dominado el tratamiento del problema de la modernidad en el continente.

Para Rosenberg, Arlt y Mário de Andrade piensan la situación latinoamericana dentro de un orden político y cultural expansivo, concebido a partir de una temporalidad lineal y homogénea. A diferencia de otros narradores del período, atrapados en la lógica eurocéntrica de la modernidad, Arlt y Mário de Andrade hacen de la cuestión de los lugares de enunciación una problemática clave de su aproximación al nuevo orden mundial. Entendiendo la globalidad como un fenómeno simultáneo—y por lo tanto dejando de lado la idea del supuesto retraso de América Latina en el desarrollo de la modernidad—estos escritores apuestan por lo que Rosenberg llama "posicionalidad" como eje de sus propuestas narrativas: su proyecto consiste en formular relatos que operen "as enunciations from and about a global, simultaneous dynamic. This concern with positionality implies that the division between margins and centers, although unavoidable, is always in the making, continually reformulated, reinforced and contested" (16). En el caso de Arlt y Mário de Andrade, sus formulaciones sobre lo global no suponen en principio el abandono o el rechazo de la idea de nación, sino más bien una reevaluación de sus bordes, sus fracturas y sus límites en las corrientes globales de la modernidad capitalista. En otras palabras, sus relatos se proponen aprehender la nación como un espacio de flujos presentes: flujos que ejercen presión sobre las culturas localizadas y discretas, y que por lo tanto complejizan su comprensión como único sitio de identificación cultural y como lugar excluyente de alianzas políticas. Así, en Arlt y Mário de Andrade es posible reconocer "an acute awareness of their position in the modern/colonial order and its reproduction via de nation-state" (19). En ese contexto, Rosenberg intenta leer cómo sus obras despliegan los principios del espíritu de la modernidad así como las promesas no cumplidas de la modernidad: su apuesta consiste en narrar la nación fuera de la razón progresiva. En...