In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Jorge Semprún: La escritura, la vida y la representación del Holocausto
  • Jennifer Duprey

El pasado inexorablemente nos cerca, porque ya fue […] porque pluralmente se hizo y nos lo encontramos ya. Lo histórico es, pues, la dimensión por la cual la vida humana es trágica. Ser persona es rescatar la esperanza venciendo, deshaciendo la tragedia.

María Zambrano, El hombre y lo divino

To write poetry after Auchwitz is barbaric.1

T.W. Adorno, Cultural Criticism and Society

La “efusión” autobiográfica

Los relatos sobre el campo de concentración no siempre han resultado en escritura autobiográfica. No obstante, cuando el ser humano se ha visto reducido al punto de la deshumanización porque se le ha obliterado el dominio del espacio y tiempo propios y porque, asimismo, se le ha destruido paulatinamente su identidad, sólo le queda la dignidad de la memoria y la escritura. La memoria de dicha experiencia de pérdida y destrucción da cuenta de la efusión autobiográfica que emerge después de los grandes conflictos bélicos del siglo XX. Sin embargo, al referirnos a la escritura autobiográfica y entrar en el tema de los géneros literarios, el nominalismo predomina. En términos del propósito de mi reflexión en este ensayo la pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿cómo definir la autobiografía? ¿Podemos hablar de poesía y novela autobiográficas? Más aun, ¿cuándo surge la escritura autobiográfica? Georges [End Page 51] Gusdorf señala que la preocupación por recordar y narrar la propia vida en la autobiografía no es algo universal. Puesto que la escritura autobiográfica surge, en cambio, mediante un despertar consciente del ser humano de su singularidad como sujeto: “Autobiography is a consciousness of the self” (29–30), sostiene Gusdorf. Es la conciencia del ser humano de su singularidad como sujeto lo que sitúa la autobiografía en la modernidad, si entendemos el término modernidad como una categoría histórica unida al surgimiento de la reflexividad y la expansión de un punto de vista secular. La autobiografía es una consecuencia literaria de dicha reflexividad. De ahí que en la autobiografía, señala asimismo Gusdorf, se lleve a cabo un desplazamiento del espacio exterior de la vida – el cual Gusdorf denomina “the stage of the world” (40–41) – al espacio interior del sujeto, definido como un espacio “oscuro en esencia” (42). Para poder narrar las historias que habitan en ese espacio interior, el autobiógrafo debe convertirse en un historiador de sí mismo. La autobiografía es la creación del ser por el ser mismo, la imagen especular de la vida. “Crear y, creando, ser creado” (Gusdorf, 44) es el moto del texto autobiográfico, puesto que es, de hecho, la autobiografía la que le da forma a la vida. Por ello, es vida y es arte. Si la autobiografía es vida y es arte, ¿qué sucede, entonces, con el nominalismo del género literario? Lo primero que habría que considerar es que la autobiografía es todo aquel sistema textual construido por continuas sustituciones tropológicas. El texto autobiográfico es prosopopeya del nombre propio y de la voz, afirma Paul De Man (930). Puesto que la ideología de la autobiografía es que “el texto produce la vida” (Philip Lejeune, 140). El texto autobiográfico pone en escena las crisis y las heridas constitutivas del sujeto. De ahí que, la significación de la autobiografía resida en que, por un lado, le permite al sujeto llevar a cabo una indagación sobre las formas íntimas de la vida: la muerte, la pérdida, el amor, el dolor, el placer y las identificaciones. “Donde hay una herida” recuerda Roland Barthes, “hay un sujeto” (206). Por otro lado, se acude a la escritura del texto autobiográfico cuando es (im)posible o falla la perfecta representación de la vida. Parte de la dimensión estética de la autobiografía se condensa, sugiere Lejeune, en la frase “yo soy otro” (143). En esta frase se...

pdf

Share