Abstract

Las loas para Hado y divisa de Leónida y Marfisa (1680), de Calderón, y Duelos de Ingenio y Fortuna (1687), de Bances Candamo, culminan la tradición espectacular cortesana de divinización de la figura del monarca en la España de los Austrias. Esta tradición se condensa de manera visual en la particularidad de mostrar la efigie del soberano sobre el escenario, la cual se sitúa en el punto de fuga de la perspectiva escénica, Este tipo de "performativi\dad," construida sobre el lenguaje genealógico de los Habsburgo, expresa la legitimidad del derecho de la dinastía a ocupar el trono del Sacro Imperio Romano Germánico y llevar a cabo su objetivo providencial. Tras la consolidación de la corte madrileña del seiscientos como "estado teatral," según la terminología de Clifford Geertz, cada performance cortesana se convierte en un ritual en el que se demuestran los misterios del poder monárquico absoluto. La construcción de un rey divino por medio de la consagración teatral muestra como hecho la posición del monarca como vinculo entre el mundo de Dios y el mundo de los hombres. (LAM-A)

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