Discere-Docere: Tertuliano y Alcuino frente a la paideia oficial

DlSCERE-DOCERE: TERTULIANO Y ALCUINO FRENTE A LA PAIDEIA OFICIAL Por RUBÉN FLORIO En este trabajo nos proponemos revisar uno de los sucesos trascendentales que repercutieron sobre la cultura del Imperio Romano, produciendo modificaciones sustantivas en todos los órdenes de su vida, y de tan pronunciada magnitud, que incluso se consolidó como sustrato medular del imaginario medieval, en general, y de su literatura, en particular. Ese acontecimiento, de dinámica progresión temporal, es la paulatina infiltración del cristianismo , cuya actividad culmina con la conquista del poder político — observando principios que seguirá ejercitando hasta en tiempos de absoluta hegemon ía —, y su relación con la cultura oficial. No es descabellado considerar que la penetración del cristianismo en la literatura romana haya comenzado en y con su autor más importante: Virgilio. No nos referimos particularmente a la problemática bucólica IV (cuya lectura cristiana podría haber tenido una intencionalidad política por parte de Constantino ),1 sino a una nueva concepción de vida que Virgilio transmite en el aliento general de su obra. No obstante seamos conscientes de que mucho es paralelismo entre ética cristiana y ética virgiliana, también es cierto que existen coincidencias por demás significativas en aspectos y temas sensibles para el cristianismo, sin que olvidemos algunas semejanzas puntuales.2 Si, según En un apéndice a la Vila Constantini de Eusebio de Cesárea (Eusebius Werke, en GSC 7, ed. Ivar A. Heikel [Leipzig, 1902], 1:181-92) se reproduce el discurso del emperador a la Santa Asamblea (Oratio), durante el viernes santo de 313, glosando la égloga IV en griego. La literatura mesiánica existía en Roma desde la República y habría persistido durante el Imperio, fuere o no la bucólica IV escrita con esa intención; sobre este punto y la nueva tendencia moral que refleja Virgilio, véase Timothy D. Barnes, Constantine and Eusebius (Cambridge, 1981), 73-76; Pierre Paul Courcelle, "Les exégèses chrétiennes de la quatrième Églogue", Revue des études anciennes 59 (1957): 294-319; Stephen Benko, "Virgil's Forth Eclogue in Christian Interpretation", Aufstieg und Niedergang der römischen Welt, Teil II (1980), 31.1:646-705; P. Veyne, La Société romaine (Paris, 1991), XXXIX-XL; 90-94; 120-30; Sabine MacCormack, The Shadouis of Poetry: Vergil in the Mind of Augustine (Berkeley and Los Angeles, 1998), 22-31; John R. Curran, Pagan City and Christian Capital: Rome in the Fourth Century (Oxford, 2000), 70-115. Este trabajo ha sido posible gracias a dos subsidios para investigación, otorgados por la Universidad Nacional del Sur, PGI 24/1136, y por la Agencia Nacional para la Ciencia y la Tecnología, PICT 2007 n° 01525. Muchas son las coincidencias conceptuales. En las Bucólicas, por ejemplo, para el tema de la edad de oro, véase Isaías 11:6 y 65:25, y B. 4.21-22; 5.60-61. En Geórgicas, el poder que otorga Dios al hombre, según el Salmo 8:7-8: p??ta ?p?ta?a? ?p???t? t?? p?d?? a?t??, p??ßata ?a? ß??? p?sa?, et? d? ?a? ta ?t??? t?? ped??? (LXX); omnia subiecisti 106TRADITIO opinión unánime, en la obra de Virgilio se verifica una tendencia espiritual consistente en rescatar toda la cultura de su pasado, por lo tanto, y en primer lugar, no debió ser ajeno a sus intereses el conocimiento de la Biblia de los Setenta, traducida al griego a fines del siglo III a. C.3 Por otra parte, erraríamos si pensáramos que Virgilio rescata esa cultura del pasado con avidez anticuaría, para asentarla como registro histórico, demostrando excelencia de conocimientos esclerotizados. Al estilo del alejandrinismo , Virgilio recompone y vivifica el pasado, que — así se desprendería de su obra — encubiertamente opera en el presente, modelando el ritmo anímico del romano de su tiempo. Sus preguntas retóricas reflejan encontrados sentimientos colectivos, como aquella que devela la perplejidad de sus contemporáneos ante la naturaleza y propósitos de la divinidad (Aen. 1.11): tantaene animis caelestibus irae? Incertidumbre crucial que se...