Riding & Roping: The Memoirs of J. Will Harris ed. by C. Virginia Matters (review)

La segunda edición de Riding & Roping responde al carácter celebratorio de los cien años de la fundación de la Universidad Interamericana de Puerto Rico para honrar la memoria de su visionario fundador, el reverendo tejano John William Harris (1876–1956). Aunque la primera clase de estudiantes universitarios surgió en 1921, la Universidad Interamericana—antiguamente el Instituto Politécnico de Puerto Rico—conmemora el centenario desde los años fundacionales, cuando el Dr. John Will Harris abrió las puertas de su escuela elemental en San Germán. El concepto de memoirs implica una afiliación específica del género en sí. No obstante este texto compendia documentos históricos, cartas de líderes políticos y religiosos, fotos, poemas, artículos de periódicos y un sinnúmero de narraciones en primera persona del fundador, entre otros, con la intención de documentar la empresa pedagógica, el espíritu heroico y el ministerio humano de Harris. Aunque no fuera la intención original, la organización de estos textos en manos del Dr. José M. Rodríguez Quiñonez, le otorga un matiz literario al crear una fluida anécdota que cubre desde el nacimiento del vaquero tejano hasta la edificación completa del primer campus universitario. La anécdota emerge con todos los vericuetos, recaudaciones de fondos, retos y gozos que John Will Harris, su esposa Eunice y familia enfrentan en un país subdesarrollado, pero con todo el ímpetu de levantarse durante las casi primeras cuatro décadas del siglo XX.

Le corresponde al lector concluir el nivel de idealización en la construcción del joven tejano que llega a Puerto Rico en 1906 como misionero de la Iglesia presbiteriana, con el sueño de fundar una institución educativa-religiosa a imagen y semejanza a su alma mater Park College en Missouri. Tras la repetición de anécdotas semejantes en todos los capítulos, se infiere la clara visión de quien unifica su misión religiosa con una pasión suprema de educar, servir, edificar vidas y progreso. El carácter heroico también deviene de su ímpetu y optimismo cuando empieza a enseñar en una habitación alquilada de una casa maltrecha, y desde allí emprende una batalla campal para recaudar dinero en los Estados Unidos y Puerto Rico y así comprar terrenos, construir y fundar el Instituto Politécnico. La hábil ordenación de lo que los textos sugieren, crea compasión, solidaridad y deseo para que Harris triunfe en su misión. Su viaje en barco a Nueva York—esquivando los bombardeos durante la primera Guerra Mundial—los fiascos y los momentos de júbilo de la recaudación de fondos inspiran ese respeto y admiración por el hombre que no trata a los puertorriqueños con la petulancia del colonizador estadounidense. De hecho, los capítulos en voz de Harris revelan sutilmente el subdesarrollo que atraviesa Puerto Rico; no obstante, el contagioso optimismo lo desdibuja y a cambio ofrece la buena voluntad de los letrados, iletrados, políticos, campesinos, jóvenes y líderes religiosos para apoyar la visión educativa-religiosa.

A pesar de que los textos y documentos datan desde el 1906, la vigencia del testimonio de Harris iguala las preocupaciones actuales de cualquier presidente y de la academia universitaria. Los problemas de presupuesto, burocracia, currículo, facultad, servicios a los estudiantes, entre otros, prevalecen décadas tras décadas con las variantes modernas. Sin embargo, la habilidad y carácter emprendedor de Harris y la centralidad de su sistema permitía acciones asertivas e inmediatas.

Como documento histórico, el libro en general resulta un gran recurso para confirmar asuntos relacionados con el desarrollo isleño. Sin documentar como el historiador típico, el lector entiende con precisión la urgencia de un sistema educativo masivo...