Abstract

Recent geographical scholarship on military spending is characterized by a thunderous silence. This paper analyzes Pentagon contracts awarded to Southern counties in 2011, including the branch of the armed forces that awarded them. It opens with an overview of the changing literatures on this topic. Second, it maps the distribution of these funds, emphasizing their highly uneven concentration in a handful of places, focusing on major drivers of their allocation, such as large commercial contractors with close ties to the federal government and the presence of military bases. Next, the paper investigates several potential sociodemographic correlates with military contracts, including family income, ethnicity, and political affiliation. The conclusion notes that Southern military spending may contract during periods of sustained federal government budget retrenchment.

Abstract

Los estudios geográficos recientes sobre el gasto militar se caracterizan por un silencio estridente. Este trabajo analiza los contratos del Pentágono adjudicados a los condados del Sur en 2011, incluyendo la rama de las fuerzas armadas que los otorgó. Éste abre con una descripción general de las cambiantes literaturas sobre este tema. En segundo lugar, cartografía la distribución de estos fondos, enfatizando su concentración muy desigual en unos pocos lugares, centrándose en los principales motores de su distribución, como los grandes contratistas comerciales con estrechos vínculos con el gobierno federal y la presencia de bases militares. A continuación, el artículo investiga varias posibles correlaciones sociodemográficas con contratos militares, incluyendo ingresos familiares, origen étnico y afiliación política. La conclusión indica que el gasto militar en el Sur puede contraerse durante los períodos sostenidos de reducción del presupuesto del gobierno federal.

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