In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Para reformar un símbolo del ser mexicano: El Banco Mundial y Carlos Monsiváis confrontan al Metro de la Ciudad de México
  • Sean Knierim

El Sistema de Transporte Colectivo Metro (Metro) tiene un papel crucial en las vidas de los habitantes de la Ciudad de México. Por su influencia económica y cultural, el Metro continúa contribuyendo a la existencia de una experiencia colectiva, de un gusto mexicano que comparten los que viajan por la ciudad más grande de América Latina. No sólo reúne el Metro a la gente dentro de sus túneles y vagones, sino también el Metro facilita el encuentro entre todas las clases sociales y todos los niveles económicos cuando las transporta a sus destinos.

El cronista Carlos Monsiváis nos ofrece una serie de crónicas que tratan del Metro y su importancia dentro de la ciudad. Según Monsiváis, el Metro es un espacio importante para observar a la ciudad y entender a su población. Dentro de su misión de reducir la pobreza, el Banco Mundial también reconoce la importancia integral del sistema de transporte para la Ciudad de México. Por sus políticas y proyectos corrientes, el Banco Mundial influye directamente al Metro y por consiguiente a la vida de todos en la capital mexicana.

Las crónicas de Monsiváis presentan a la Ciudad de México como un centro urbano cuyo crecimiento ha superado la capacidad de su gobierno de proveer servicios adecuados para sus habitantes. La población de la capital mexicana excede los 20 millones de personas, con un crecimiento que ha ido de 9 millones en 1973, a 14 millones en 1986 y casi 18 millones en 2000. Con una población de casi 108 millones en el país, la población en la capital mexicana representa casi el veinte por ciento del total. [End Page 219]

En Los rituales del caos (1995), una colección de crónicas enfocadas en la capital mexicana, Monsiváis describe una ciudad definida por una multitud de tal tamaño que se hace difícil diseñar sistemas sociales, políticos y económicos para servirla. Monsiváis expresa en la primera crónica de la colección, “La hora de la identidad acumulativa,” que la realidad más visual de la Ciudad de México es la de demasiada gente: “en el Distrito Federal la obsesión permanente es la multitud que rodea a la multitud” (17). Identificando los rituales dentro de la vida tumultuosa en la Ciudad de México, Monsiváis describe los espacios colectivos donde transpiran acciones individuales y observa que “el embotellamiento es ya segunda naturaleza del ser humano” (18). Y dentro de estos espacios colectivos de la capital mexicana existe el Metro.

Para Monsiváis, el Metro no sólo ofrece un lugar para contemplar la vida mexicana, sino también contribuye a la construcción del gusto mexicano, el engranaje idiosincrásico dentro de la realidad cultural, económica y política de la ciudad. Además, Monsiváis revela las ramificaciones simbólicas del sistema de transporte cuando afirma que el Metro “es la ciudad, y en el Metro se escenifica el sentido de la ciudad, con su menú de rasgos característicos: humor callado o estruendoso” (1995: 111). Por lo tanto, se puede observar el desarrollo del gusto mexicano dentro del transporte; el Metro sirve como una representación microcósmica de las grandes matrices culturales que se extienden sobre la ciudad más grande de América Latina.

El Metro presenta también una representación microcósmica de las relaciones que tiene el Banco Mundial con México. El Banco ha tenido un papel importante en este país durante los últimos sesenta años – en la historia del Banco Mundial, México ha sido uno de los prestatarios más grandes. Además, el Banco considera al sector del transporte de ser importante para su objetivo de desarrollar proyectos de infraestructura con el propósito de reducir la pobreza existente en la ciudad. Por eso, creo que el Metro nos ofrece un...

pdf

Share