La poesía de Catalina Clara Ramírez de Guzmán: hacia una nueva relación con la naturaleza

YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY LA POESÍA DE CATALINA CLARA RAMÍREZ DE GUZMÁN: HACIA UNA NUEVA RELACIÓN CON LA NATURALEZA ALICIA GIRALT Ph.D. LA poeta extremeña Catalina Clara Ramírez de Guzmán (1618-1684) es contemporánea de tres de las grandes escritoras del Siglo de Oro: María de Zayas y Sotomayor, Ana Caro de Mayén y Soto y sor Marcela de San Félix. En novelas, comedias y poemas, estas tres escritoras presentan al lector mujeres abusadas, difamadas y desengañadas. Unas sufren en silencio, otras se vengan de amantes y maridos, muchas – como la propia sor Marcela – se refugian en conventos donde encuentran la paz y legitimidad que el mundo les niega. Estas tres literatas de la Edad de Oro de las letras españolas han pasado a formar parte del canon femenino estudiado en nuestras universidades. Desafortunadamente, no ha ocurrido lo mismo con los textos de Catalina Clara. El diverso contenido de los poemas de Catalina ayuda a completar la imagen de lo que sería la vida e intereses de la mujer de clase alta española en el siglo XVII, pero básicamente sólo sus autorretratos1 han merecido la atención de la crítica, mientras que el resto de su obra dista mucho de ser considerado canónico. Dentro de la producción de esta autora que ha sobrevivido hasta nuestros días (poco más de cien poemas), este ensayo analiza siete poemas que pueden clasificarse como ecológicos, debido a que su contenido explora las relaciones entre seres vivos y el medio en que 1 Se puede leer, por ejemplo, de Maricel Ortiña, “El retrato idealizado en la obra poética de Catalina Clara Ramírez de Guzmán” (1618-1684). Scriptura 11, 1966: 155-164; y de María A. Salgado, “Diálogo de poetas: En torno al ‘Segundo autorretrato’ de Ana María Fagundo y el ‘Retrato de la autora’ de Catalina Clara Ramírez de Guzmán.” Hispania 85.1, marzo 2002: 54-66. YYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY 101 viven. Estos poemas apuntan a un nuevo tipo de relación entre los seres humanos y la naturaleza. Catalina (1618-1684) hija de una familia aristocrática y militar, nació en Llerena, Extremadura. Ella vivió durante los críticos años de la España Imperial, los reinados de Felipe III (1598-1621), Felipe IV (1621-1665) y Carlos III (1665-1700). Durante la infancia de Catalina, Llerena era una ciudad de relativa importancia, la segunda ciudad de Extremadura en cuanto a número de habitantes, después de la capital, Badajoz. Muchos de sus habitantes eran funcionarios del Santo Oficio, y éste era el tercero en España en cuanto a la extensión de su jurisdicci ón. Aparte de funcionarios, otros habitantes eran artesanos, agricultores y ganaderos (Garrain). También estaba habitada por un grupo significante de intelectuales y artistas que hicieron de Llerena su residencia, entre los que destaca el pintor y escultor Francisco de Zurbarán. En el siglo XVI Luis Zapata de Chaves en su libro de cetrería escribió sobre esta comunidad (Garrain): Llerena, lugar nobilísimo, cabeza de la provincia de León en Extremadura, situada en las raíces de Sierra Morena, feliz de sitio, fértil de suelo, sano de cielo, soberbia de casas, agradable de calles, abundante de hermosas, llena de caballeros y letrados y de tan raros ingenios, que apenas necio podrá hallarse uno. No obstante durante el siglo XVII la ciudad, como el resto del país, sufrió una grave decadencia económico-social debido a desafortunadas decisiones políticas como la expulsión de los moriscos y la Guerra de Independencia de Portugal en 1640. Estas situaciones contribuyeron a la disminuci ón de la población, lo que se agravó con diversas pestes y la emigración a las Indias. La anterior información sobre esta ciudad es importante ya que los escritores no se nutren del vacío, sino que su producción es afectada por el ambiente que les rodea. Al estudiar la literatura de la época, se puede apreciar que la mayoría de los escritores vivieron en grandes ciudades...