Transición/TRaNSgresión del cuerpo en Una mala noche la tiene cualquiera

La muerte del General Franco en 1975 marca el fin de treinta y seis años de dictadura y da comienzo a una nueva etapa en la historia de España. Tradicionalmente se denomina "Transición" al periodo comprendido entre la muerte del dictador hasta la consolidación de la democracia. Para algunos historiadores, 1978, el año en el que se firma la constitución actual y se aprueba el referéndum, constituye el fin de esta transición; para otros, este periodo se extiende hasta 1982, cuando Felipe González, candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es elegido Presidente del Gobierno. Para los defensores de esta última periodización, el intento de golpe de estado de 1981 perpetrado por el teniente coronel Antonio Tejero pone de manifiesto la fragilidad del proceso democrático empezado en 1975, a la vez que puede considerarse como una muestra más de que la democracia todavía no estaba totalmente establecida (Tusell 13).

Desde el punto de vista sociocultural, a la caída de la dictadura franquista le sigue un sentimiento general de "desencanto" de un sector de la "clase intelectual española" que ve cómo se desintegra la gran "utopía de transformación social revolucionaria y radical" que había mantenido desde el fin de la Guerra Civil, a la vez que obliga a estos intelectuales a revisar su "antiguo papel histórico de conciencia crítica del país" (Vilarós 218). Según esta autora este "desencanto" se traduce en la búsqueda por parte de muchos artistas de "una estética introspectiva" y el "cultivo asiduo de los medios de comunicación de masas hasta entonces desdeñados, como por ejemplo la televisión" (218). Asimismo, Vilarós apunta cómo la desaparición del régimen dictatorial coincide con la entrada de la "postmodernidad" (220) en España y el consiguiente fin de las "metanarrativas globalizadoras" (219) vigentes hasta el momento, y el desarrollo del fenómeno sociocultural de la "movida" (220). Es dentro de este contexto donde se desarrolla, como ha sugerido Gema Pérez-Sánchez (103–08), la obra del escritor gaditano Eduardo Mendicutti Una mala noche la tiene cualquiera, publicada en 1982. No fue hasta 1987, sin embargo, cuando acaparó la atención de la crítica al quedar su autor finalista del premio de novela erótica "La Sonrisa Vertical" con su obra Siete contra Georgia (Basanta 422).

En Una mala noche la tiene cualquiera el espíritu de la "movida" se encuentra representado en el personaje de La Begum, compañera de piso de la protagonista, quien se nos presenta como una persona constantemente preocupada por satisfacer su deseo sexual, preferentemente con hombres árabes, y sin ningún interés en la realidad sociopolítica que la rodea. Esta actitud es recriminada en numerosas ocasiones por La Madelón, protagonista y voz narradora de esta historia, quien, asustada por el curso de los acontecimientos y el retraso de su amiga en volver a casa, afirma desesperada: "A esa mujer, a La Begum, es que le importa un rábano todo lo que no sean los bajos de Alá, y lo que menos le importa, por supuesto, son sus compromisos de ciudadana.… La Begum nunca se entera de nada, como no sea del tamaño de la Meca" (18–19).

Al contrario de La Begum, La Madelón representa a un colectivo que cree necesaria la participación activa para construir la nueva democracia. Desde este planteamiento crítico de la realidad en la que le ha tocado vivir, La Madelón, artista y travesti andaluza, nos ofrece su versión personal de los principales acontecimientos históricos de la Transición tomando como punto de partida el 23 de febrero de 1981, fecha del intento de golpe de estado que puso en vilo el futuro de la joven democracia española.

La novela comienza cuando La Madelón se encierra en su apartamento al enterarse de la irrupción violenta en el Congreso de los Diputados de...