Abstract

Entre 2009 y 2011, Luis Gusmán, escritor y psicoanalista, publica Los muertos no mienten (una autobiografía que se presenta como el comentario de una biblioteca ocultista) y La pregunta freudiana (una recopilación de artículos de psiconálisis, publicados previamente en la revista Conjetural). A pesar de ser publicados casi al mismo tiempo, estos dos libros no tienen la misma relación con lo contemporáneo. El primer libro invoca un saber anacrónico, mientras que el segundo expone un saber que ha gozado, al menos hasta los años 1990, de cierto prestigio intelectual y literario. En este desfase entre Los muertos no mienten y La pregunta freudiana se pueden leer las huellas de un conflicto epistemológico que se produjo a fines del siglo XIX y en el siglo XX entre saberes contemporáneos y rivales sobre la disociación subjetiva, como el psicoanálisis, el espiritismo y las ciencias ocultas. Estos saberes lucharon no solo por imponer diferentes maneras de concebir lo inconsciente sino también de pensar la temporalidad y la articulación (o desarticulación) entre presente, pasado y futuro, a través de nociones como sincronicidad, anacronismo o trauma.

pdf

Share