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  • Un testimonio
  • Jovana Skármeta

Jorge Herralde, de Anagrama, es uno de los editores de Pedro, y creo importante leeerles lo que este editor y escritor dice de Pedro Lemebel. Hace mucho sentido leerlo acá, porque cuenta el descubrimiento que hizo Herralde de Pedro a través de Roberto Bolaño, y de sus lecturas directas, obviamente. Coincide luego con la salida de Tengo miedo torero y el contrato que firma Pedro con editorial Anagrama, y es el mismo momento en que yo lo conozco a él. Para mí es un texto muy emocional, del cual voy a leer sólo algunas partes.

Todos ustedes saben que hasta ese momento Pedro venía publicando en editoriales independientes, y luego había entrado a Planeta. Cuando Roberto Bolaño regresa a España después de uno de sus viajes a Chile, le presenta a su editor tres libros de Pedro Lemebel. Y Roberto le dice también a su editor (y lo escribe en un ensayo), “Pedro es el mejor poeta de su generación en Chile. ¿Y cómo sé esto? Pues leyendo sus libros”. La cita no es textual, sino de memoria.

Herralde dice así: “Cuando Roberto Bolaño regresó de su primer viaje a Chile, después de tantos años de exilio, al final del relato de sus peripecias le pregunté por los escritores chilenos. Sin vacilar, dijo: Pedro Lemebel, y te he traído tres libros suyos. Y me pasó sus tres libros de crónicas, deslumbrantes. Lemebel: un escritor marginal, y para mí, claro está, desconocido, ‘maricón y pobre son mis dos títulos nobiliarios’, dice en una entrevista. Y en otra agega ‘indio y malvestido’. Pensé que el libro que podría ‘viajar’ mejor fuera de Chile, que podría entenderse mejor, era Loco afán, sus ‘crónicas del sidario’. Le sugerí cambiar tres textos, quizá demasiado locales, y firmamos un contrato. […] En agosto de 1999, en un viaje por el Cono Sur, Lali [su mujer] y yo pasamos cuatro días en Santiago y nos citamos, lógicamente, con Pedro Lemebel. Este llegó a nuestro hotel acompañado por Jovana Skármeta,1 la jefa de prensa de Fernández Castro, que distribuye Anagrama en Chile. Lemebel apareció con un maquillaje discreto, y un tanto envarado, un tanto tenso. Pero empezamos a tomar whisky sauers en el bar y se rompió el hielo muy pronto. Luego Jovana se marchó a sus quehaceres” (y aquí Herralde pone entre paréntesis: “o sus diversiones”) y nos quedamos los tres a cenar en el hotel. Parecía muy divertido ante el revuelo arado por la prensa chilena por haber sido [End Page 59] precisamente él, Pedro Lemebel, beat y offbeat, golpeado y excéntrico, un paria extramuros del establishment, el nuevo escritor fichado por Anagrama después de Roberto Bolaño, que, aunque muy diferente, era otro outsider”. (Opiniones Mohicanas, 2000).

Aún no nos habíamos visto Pedro y yo, cuando lo llamo por teléfono para hacer esta cita con Herralde, Pedro me dice: “Ya te estoy imaginando”. Yo, con esta voz ronca que tengo. Y cuando paso a buscarlo a Radio Tierra, exclama: “Uy, yo pensaba que… eras mucho más vieja!” (risas)

Ese día firmó el contrato. Yo acabo de hablar con Herralde por teléfono, y él, que lo quiere mucho a Pedro, me pidió que le dijera que cuando lo desee, puede publicar en Anagrama toda su obra…

—[Ruffinelli] Por lo común pensamos que en el mundo cultural hay editores y escritores, y luego los lectores, y nada más. Pero no es cierto. En la producción literaria hay varias otras funciones. Herralde dice en su texto que tú te encargabas de prensa para Anagrama. Explícanos cuál era esa actividad.

—[Skármeta] Es un caso muy distinto en muchos autores, y en el caso de Pedro, manejar la “prensa” se hace muy fácil desde el punto de vista de conseguir que le hagan una entrevista, o algo parecido. Porque ellos siempre quieren hacerlas. Lo que hace Pedro es decidir qué medios son para él los mejores, qué entrevista da y c...

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