Abstract

La revista Mundo Nuevo se posò en el campo literario con un intelectual diferente al de Casa de las Américas o Marcha, creando una versiòn estética de la nueva narrativa. Al publicitarse que la publicaciòn era financiada por la CIA, Rodríguez Monegal renunciò a la direcciòn y se generò un àmbito de polémicas que intentaron redefinir el "boom" literario diferenciando al "crítico" del espacio estético y del mercado. Este artículo analiza estas luchas que constituyeron un capítulo fundamental de la "guerra fría" en relaciòn al "boom" latinoamericano.

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