Abstract

Women make up a disproportionate share of the world's poor, and Latin America is no exception to this trend. Nevertheless, very few studies of social policy in the region have investigated why the gendered character of welfare provision varies across countries. This article addresses that question through a comparative historical analysis of Chile and Uruguay and concludes that variation in the gendered nature of each state's social policy regime resulted from a two-step process. In the first stage, female labor force participation, the mobilizing capacity of women, and policy legacies differentiated the two countries, placing Chile on a less equitable trajectory than Uruguay. These differences were then magnified during each state's experience under authoritarian rule.

Las mujeres constituyen en cantidad desproporcionada la mayor parte de las personas pobres en el mundo y América Latina no es la excepción a este desafío. A pesar de esto, muy pocos estudios de política social en la región han investigado por qué la provisión de ayuda basada en el género varía entre los distintos países. Este artículo analiza esta pregunta a través de una mirada histórica, comparando Chile y Uruguay y concluye que la variación en la política social de género de los dos Estados es el resultado de un proceso de dos etapas. Inicialmente, la diferencia de género entre Chile y Uruguay está radicada en factores históricos que incluyen la participación de la fuerza laboral femenina, la capacidad de movilización de las mujeres, las características del sistema de partidos políticos, y la retroalimentación de políticas. Estas diferencias se ampliaron entre ambos países cuando se encontraron cada uno bajo regímenes autoritarios. Mientras el régimen militar de Pinochet decretó reformas económicas regresivas desde el punto de vista de género e institucionalizó el poder de la derecha y de la iglesia, el régimen uruguayo fue más neutral desde el punto de vista de género en la aplicación de sus políticas.

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