Pasillos, bambucos, guabinas. Una visión urbana, and: En esencia (review)

En las páginas introductorias de Pasillos, bambucos, guabinas Montalvo y Pérez Sandoval, los miembros fundadores del ensamble Carrera Quinta, declaran que su publicación "tiene como objetivo contextualizar las músicas de la Región Andina Colombiana en formatos cercanos a músicas populares urbanas, buscando conservar los elementos que defi nen la sonoridad de los géneros tradicionales, para después adaptarlos e involucrarlos junto a conceptos propios del lenguaje de otros géneros como el Jazz" (p. 13). Si bien estas palabras introductorias parecen describir adecuadamente el repertorio de piezas cuyas partituras y grabaciones están incluidas en el libro y su correspondiente CD, también suscitan una serie de interrogantes acerca del uso de las nociones de "tradición", "lo urbano y "lo popular" en referencia a la música de la región andina colombiana. Como el común de los músicos colombianos dedicados a componer e interpretar este tipo de música, Montalvo y Pérez Sandoval localizan lo tradicional en motivos rítmico-melódicos específi cos que defi nen a los géneros musicales "típicos" de la región, predominantemente, bambuco y pasillo. Lo que ellos consideran "urbano popular" (adjetivos que siempre usan en conjunto) está localizado en la instrumentación, que incluye guitarra y bajo eléctricos, saxofón soprano, flauta, piano y batería, en la armonía triádica extendida, y en los espacios para improvisación solística tomados como representativos del jazz. El uso del término "urbano popular" para describir a un género cultivado por una minoría especialista, como es el caso del jazz en Colombia, es ciertamente cuestionable. Pero el problema central está en que Montalvo y Pérez Sandoval parecen concebirlo como opuesto, o por lo menos radicalmente diferente, a "lo tradicional" porque este último queda implícitamente asumido como "no urbano". En otras palabras, el trabajo de fusión entre una música "tradicional" y una "urbana popular" que Montalvo y Pérez Sandoval realizan en su música está justifi cado por la asunción de que dicha música "tradicional" es, además, rural. Sin embargo, cualquier lector que siga cuidadosamente la brevísima "Visión Histórica" acerca del bambuco y el pasillo incluida en las páginas iniciales de Pasillos, bambucos, guabinas puede deducir lo que el común de la literatura existente acerca del bambuco revela: que la noción de su origen rural es especulativa y que, de hecho, la única tradición de bambuco documentada es urbana. La idea del origen rural del bambuco parece estar basada más en los mitos nacionalistas acerca de una Colombia mestiza y campesina, circulantes desde la segunda mitad del siglo XlX, que en información etnográfi ca o historiográfica precisa. El punto aquí no es negar el origen rural de la música andina colombiana sino enfatizar que la tradición que sostiene la imagen de los géneros musicales andinos como símbolos nacionales es urbana. Es a esta tradición urbana nacionalista, no a una tradición campesina, a la que Montalvo y Pérez Sandoval—como la totalidad de autores que han escrito sobre la historia del bambuco y el pasillo—hacen referencia en su corta reseña histórica.

Así, la noción poco crítica acerca de lo tradicional no es un problema exclusivo de Montalvo y Pérez Sandoval. El bambuco y el pasillo—sobre cuyas raíces urbanas existe mayor consenso—siguen siendo imaginados como géneros musicales de origen campesino, tal vez debido a la subsistencia de un "sentido común" que no permite concebir la urbe como fuente de cultura "tradicional" y, aún menos, "nacional". Y he aquí la otra cara del mismo problema: al mismo tiempo que lo urbano no puede ser imaginado como tradicional, ni como...