La Cuenca de México y sus cambios demográfico-espaciales (review)

México es un país que ha evolucionado de manera vertiginosa en los últimos cincuenta años. Los cambios se han dado no sólo en la cantidad de población, más que triplicada en ese lapso, sino en la configuración de los espacios físicos, sociales, económicos y políticos. Hasta hace unas décadas se decía que fuera de la Ciudad de México no había otra localidad que valiera la pena, como referencia a la escasa urbanización que se daba en el país. Más allá de las grandes metrópolis que eran la capital del país, Guadalajara y Monterrey, lo demás eran ciudades muy pequeñas y, sobre todo, poblados y aldeas rurales. Todo estaba controlado por el centro rector de la vida nacional que era la Ciudad de México, centro históricamente determinado cuya influencia estaba presente en todas las instancias. El paso del tiempo y la velocidad de los cambios ha ido generando un nuevo país, configurado por redes de ciudades industriales y de servicios, por una frontera norte activa por el paso de millones de personas y por una fuerte impronta de las maquiladoras; por una costa del Golfo en la que el petróleo ha modelado nuevos paisajes; por una frontera sur, hoy poco atendida, pero que ha entrado velozmente en el panorama cotidiano. Sobre todo ello, el centro del país ha crecido y se ha magnificado hasta conformar una amplísima región urbano-industrial y de servicios densamente comunicada, que ha ido perdiendo rápidamente su población campirana. Dentro de ella se encuentra la Cuenca de México, corazón del país, analizada en este interesante libro desde un enfoque interdisciplinario.

Este no es un tratado más acerca de la capital del país y su hinterland; el estudio eminente geográfico, sensu lato, le imprime su originalidad. El análisis del medio físico, del relieve y los espacios lacustres, y de la evolución geológica de las geoformas establece, en el primer capítulo, cuáles son las condiciones medioambientales que determinan el comportamiento natural de la Cuenca ejemplificadas en dos magníficos mapas, y se señala el impacto que implica el crecimiento desbordado de la mancha urbana en ese relieve.

En el segundo capítulo se analiza la evolución del poblamiento de la Cuenca a través del tiempo: desde la época prehispánica hasta la actualidad, de Cuicuilco y Teotihuacán a Tenochtitlán, y de ahí a la zona metropolitana de hoy, a través de la etapa colonial y del poblamiento del siglo XIX.

En el tercer capítulo se muestran diversos aspectos sociales y demográficos de la población actual de la Cuenca: patrones de crecimiento, estructura de la población por edad y sexo, los índices de dependencia de la población urbana y rural que aun persiste en la Cuenca; los niveles educativos. Hay que notar el predominio de la población urbana, y, por otra parte, la cuantiosa presencia de una población infantil a la que se suma actualmente una creciente población anciana (fenómeno relativamente nuevo en el país) lo que ocasiona que los niveles de dependencia de la región sean muy altos, no por ello ajenos a los del resto del país, pero sí concentrados en una pequeña porción del vasto territorio nacional.

A los problemas que podríamos llamar "normales" de la Cuenca, hay que añadir los que aportan las oleadas sucesivas de migrantes, también determinadas históricamente: todo el país se encuentra representado en los barrios de la...