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  • Emma Zunz y sus precursoras
  • Miguel Rivera-Taupier

La crítica ha considerado el cuento "Emma Zunz" como uno de los más peculiares dentro de la obra de Borges: "content and form are exceptional" (Stavans 469), "perhaps Borges's least characteristic work" (Brodzki 331), su protagonista "is a uniquely empowered woman in the Borgesian corpus" (Aizenberg 79). Lo primero que ha llamado la atención es que la protagonista sea mujer, algo poco común en la narrativa borgiana. Además de esto, se trata de un personaje difícil de definir: Su relación con su padre ha resultado dudosa para algunos críticos (véase Morris), es al mismo tiempo víctima y victimaria y no se puede determinar si pertenece a la clase media o al proletariado. A estas contradicciones podemos agregar que se la haya comparado con la Shekhiná del judaísmo (Aizenberg 79 y ss.), a la vez que ha sido vista como posible culpable de un crimen antisemita (Ludmer 147). El presente trabajo no se propone resolver las contradicciones o ambigüedades de la protagonista. Su objetivo es mostrar que la presencia de estas en "Emma Zunz" resulta particularmente significativa si inscribimos el cuento en la sexualización del tiranicidio producida a través de Judit, personaje bíblico que ha sido por siglos tema de las artes plásticas y la literatura de Occidente. En otras palabras, hemos buscado ver cómo se lee "Emma Zunz" cuando se considera el Libro de Judit entre sus precursores.

La historia de la imagen de Judit en la pintura y la literatura es demasiado rica como para resumirla aquí. Baste decir que, como se puede imaginar, esa historia es la de las múltiples transformaciones o manipulaciones de la historia de Judit de acuerdo con los fines de cada autor. Así, una escultura de Donatello convierte a Judit en la justificación del poder de los Medici en Florencia, y en Boule de Suif Guy de Maupassant transforma a Judit en una prostituta para ironizar sobre el nacionalismo (véase Poirier 88-89). La estrategia de Borges, ya veremos por qué, consistió en darle a la historia de Judit un giro policial. [End Page 69]

"Emma Zunz" no es exactamente un cuento policial, pues es la historia de una venganza, no la de una investigación. En lugar de asistir a las pesquisas de un detective, somos testigos de un asesinato y de la preparación de una prueba falsa para que la justicia no castigue a la culpable. Sin embargo, podemos leer este cuento contra el género policial: Las categorías de verdad y justicia, centrales en este género, son igualmente importantes en un relato que es policial en todo salvo en que el lugar que normalmente ocupa la investigación en el policial corresponde en "Emma Zunz" al ocultamiento.

Hay dos crímenes en "Emma Zunz." El primero es un desfalco cometido en 1916. El padre de Emma, cajero de la empresa desfalcada, fue acusado y tuvo que huir a Brasil. No logró convencer a la justicia de su inocencia, pero sí a su hija: La noche antes de partir le dijo que el culpable del desfalco era el gerente Loewenthal. A comienzos de 1922 Emanuel Zunz muere en Brasil. Su hija, que es obrera en la misma fábrica textil en la que él trabajó, se entera por carta de esta muerte. Emma entiende que su padre se ha suicidado y, en venganza, comete el segundo crimen del cuento. Para ella es importante no pagar ante la ley por dar muerte a Loewenthal, ya que esto atenuaría el carácter justiciero de su acción. Con este fin, traza un plan, que no se le revela al lector hasta el final, pero que este puede ir adivinando.

La verdad para Emma Zunz

Establecer la identidad del culpable es la tarea de los detectives literarios, pero aquí no hay nadie que desempeñe esta función. O tal vez sí: Se nos dice que Emma Zunz no le contó a nadie la versión de su padre sobre la culpabilidad del gerente. Ella sabía, pero Loewenthal no sabía...

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