In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

Ramón J. Sender. Imán. Edición, anotaciones y prólogo de Nil Santiáñez. Barcelona : Crítica, 2006. 384 pp. La editorial Crítica, conocida por los manuales titulados Historia y crítica de la literatura española ha iniciado una nueva colección de libros titulada “Clásicos y modernos”. Esta colección tiene el propósito de “acercar tanto a lectores curiosos como a estudiantes e investigadores” a ediciones procedentes de tres categorías de autores: 1) “Los clásicos absolutos de nuestras letras todav ía necesitados de ediciones competentes y manejables”; 2) “los autores del siglo XX que reclaman ser editados con rigor y atención”; y 3) “los clásicos ocultos que no han gozado de edición alguna” (solapa del libro). De este modo la editorial Crítica entra en competencia con las numerosas editoriales españolas (por ejemplo Castalia o Cátedra) dedicadas a la “edición crítica” que tiene como destino primordial al mundo universitario. Imán (1930), primera novela de Ramón J. Sender, es por excelencia la novela de la guerra de Marruecos, con un espacio temporal que va de 1921 a 1924, y con un espacio físico centrado en el desastre militar de Annual. En Imán, Sender coincide con el antibelicismo europeo que sigue a la primera guerra mundial, particularmente con Im Westen nichts Neues (1929), de Erich Maria Remarque, y Le Feu (1916), de Henri Barbusse, y con otras novelas espa ñolas sobre la guerra marroquí, entre las que destacan antes y después, El blocao (1928), de José Díaz Fernández, y La barbarie organizada. Novela del Tercio (1931), de Fermín Galán. Por lo tanto, Imán está a tono con la ficción contestataria que se escribió en Europa por aquellas fechas. La edición de Imán va precedida de una introducción por Nil Santiáñez titulada “Imán y la escritura de guerra” (pp. 7-74), de utilidad bibliográfica para el lector que quiera ampliar sus conocimientos, sobre todo en torno a Imán. Además, el prologuista se extiende en unas consideraciones que en unos casos pueden servir para entender mejor el libro, aunque en otros resultan confusos, o a veces, contradictorios. Al reseñador le parece muy acertado el enfoque del antibelicismo de la novela, así como el discurso crítico de Sender sobre las instituciones interesadas en la ocupación de Marruecos, o sea el estamento militar , la monarquía, la Iglesia y la burguesía industrial (v. gr., la Compañía Espa ñola de Minas del Rif). Pero no es oro todo lo que reluce en esta introducción. Porque la inserción de Sender en el “modernismo europeo” (que no es lo mismo que el modernismo hispánico de Rubén Darío), en “la representación vanguardista”, en “el realismo tradicional” y, sobre todo en “el expresionismo”, todo a la vez y todo diferente, es un laberinto donde el lector pudiera extraviarse y, tal vez, perecer entre los cuernos del Minotauro. En particular, la identificación del texto como “expresionista” resulta arriesgada ¿Expresionismo en 1930?, se pregunta el reseñador que prefiere las explicaciones claras. Porque en 1930 se publica también El nuevo romanticismo, de José Díaz Fernández, donde se postula 114 Reseñas la praxis artística de la nueva generación criticosocial a la que pertenece Sender . En el pequeño prólogo que Sender escribió para Imán, afirma: “El libro no tiene intenciones estéticas ni prejuicios literarios” que es una respuesta de la vanguardia novorromántica a la vanguardia formalista de los orteguianos. Esto coincide con las novelas que siguen a Imán (O.P. y Siete domingos rojos) y también con lo que Díaz Fernández propone en su ensayo. El reseñador está perplejo pues no entiende cómo el “nuevo romanticismo ” se puede convertir en un expresionismo trasnochado. Por fin cae en la cuenta que lo del expresionismo procede de unas declaraciones que el novelista hizo a Marcelino Peñuelas (Conversaciones con Ramón J. Sender, 1970) cuarenta años después. Sender afirma que “todo...

pdf

Share