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  • Alegorías del poder: crisis imperial y comedia nueva (1598-1659)
  • Frédéric Conrod
Keywords

Fréderic Conrod, Antonio Carreño-Rodríguez, allegory, Philip III, Philip IV, theater, Lope de Vega, Tirso de Molina, Pedro Calderon de la Barca

Carreño-Rodríguez, Antonio . Alegorías del poder: crisis imperial y comedia nueva (1598-1659). Rochester, NY: Tamesis, 2009. 271 pp.

Puede ser que muchos críticos ya hayan enterrado las teorías literarias que pre-dominaron en el estudio de los textos áureos en el último cuarto del siglo XX, cuando el psicoanálisis, los estudios culturales, el nuevo historicismo y el posestructuralismo (entre otros) penetraron el campo de investigación. Lo cierto es que se han cuestionado sus aproximaciones posmodernas a la hora de aplicarse al análisis de obras sacadas de un contexto histórico cuya distancia temporal puede llevar a conclusiones anacrónicas, narcisistas o estériles. Incluso Terry Eagleton, quien alabó y enseñó en sus principios la teoría literaria, declaró en una obra de 2003 el "fin de la teoría" tal y como la hemos conocido. En After Theory (2003) Eagleton subraya que tales acercamientos al texto literario se han convertido en una actividad improductiva y egocéntrica, que compara en varias ocasiones con el onanismo. Para invertir esta tendencia, invita a los críticos a volver a una causa más militante y universal en sus afanes de presentar la complejidad del texto a los estudiantes de hoy en día, mientras los enfrentamos a la complejidad de un mundo en proceso de globalización. Esta problemática está en el centro de los debates que surgen entre la filología practicada en España y los estudios culturales desarrollados en los Estados Unidos.

El libro de Antonio Carreño-Rodríguez, Alegorías del poder, se inscribe dentro de esta nueva coyuntura. El tema de la alegoría en relación con la monarquía, y en [End Page 327] particular con los reinados de Felipe III y Felipe IV, puede parecer un tópico ya demasiado obvio y estudiado para entrar en el nuevo eje literario que se anuncia en este principio de siglo. Sin embargo, centrándose en la particular época de los validos más ilustres de la España de los Habsburgo, el duque de Lerma y el condeduque de Olivares, Carreño decide reexplorar cómo el teatro representa la crisis de un poder en decadencia cuyo centro ya no es la figura del rey absolutista, sino la de un usurpador. Es entonces esta compleja época pintada por Diego Velázquez la que analiza Carreño, período en el cual la dinastía de Carlos V empieza a degenerar y cuyas señales de declive se reflejan en las artes. A principios del siglo XVII, el teatro recupera la figura literaria de la alegoría para meditar e imaginar el futuro de la Corona española. Con la publicación en 1609 de su Arte nuevo de hazer comedias, Lope de Vega expone en 379 endecasílabos esas nuevas metas del teatro español. Las direcciones que se eligen son las de la alegoría, tendencia europea que el Barroco español transmitiráal Clasicismo francés. La transición del arte dramático hacia nuevas funciones ya se analizó de forma ejemplar en el canónico libro de José Antonio Maravall La cultura del barroco (1975), donde el crítico enfatiza la calidad precapitalista de la sociedad áurea y reconoce el teatro como un arte que responde a las necesidades de una cultura de masas. Desde entonces, numerosos han sido los artículos y libros que estudiaron cómo el teatro entra en su función de espacio especular de las circunstancias políticas.

Carreño es consciente de la vasta crítica a la que su libro se enfrenta. De hecho, dedica todo el primer capítulo a una detallada recapitulación de los conceptos teóricos que se usaron antes y después de la culminación de la obra de Maravall. Para quienes no son especialistas en el campo y buscan puntos de partida, este capítulo...

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