Modernidad bajo sospecha: Salas Barbadillo y la cultura material del siglo XVII (review)

El propósito del erudito libro de Enrique García Santo-Tomás, Modernidad bajo sospecha: Salas Barbadillo y la cultura material del siglo XVII, es doble: analizar y poner bibliográficamente al día la olvidada obra de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo (1581–1635) y examinar los cambios sociales del Madrid de los tres primeros decenios del siglo XVII a través del testimonio de la cultura material que reflejan las composiciones de este escritor madrileño.

El libro está organizado en cinco capítulos, un epílogo con “el más completo catálogo de su obra recogida hasta el momento” (185) y una bibliografía selecta. Los objetivos del primer capítulo, titulado “Fetiches e idolatrías en la cultura áurea”, son varios. En primer lugar, examina la laguna crítica y editorial de la obra de Salas mientras discute la fecundidad, variedad y originalidad de “uno de los narradores más audaces e innovadores de su tiempo” (20). Además de su valor literario, lo que interesa de la producción del urbanita Salas es que ofrece un testimonio histórico del Madrid de Felipe III y Felipe IV a través de los variados personajes del ámbito urbano, y que proyecta la cultura material y literaria de la época. A diferencia del anterior libro de García Santo-Tomás, Espacio urbano y creación literaria en el Madrid de Felipe IV, caracterizado por un enfoque geográfico, el propósito en Modernidad bajo sospecha es constatar las relaciones sujeto–objeto recreadas por la ficción y señalar la importancia social y las “reverberaciones simbólicas de determinados objetos” de consumo que aparecen en las obras de Salas Barbadillo (26). El segundo apartado del capítulo presenta la situación económica de crisis y la inestabilidad social de la Península en el contexto europeo, el crecimiento y la consolidación de Madrid como centro imperial y el estado actual de los estudios históricos sobre el tema. El tercer apartado explica las nociones históricas y filosóficas del fetiche, considerado por García Santo-Tomás como “la radical individualización del objeto” y como un producto cultural implicado en espacios sociales (42). Según el autor, el enfoque de su análisis literario desde las premisas de la “cultura material” hace posible examinar “la estrecha relación entre la naturaleza del objeto . . . y los procesos de formación identitaria que permite su uso” (45). Los nuevos productos y objetos que se introducen en la cultura urbana a principios del siglo XVII, tales como la nieve, el azúcar, el tabaco, las tabaqueras y el chocolate, se despojan de su significado primigenio y se introducen en el uso y vocabulario local y simbólico con otras complejidades semánticas.

El segundo capítulo, “Nuevos ambientes, nuevos vocabularios”, traza en primer lugar la biografía de Salas Barbadillo y la evolución de su actividad literaria en estrecho contacto con los acontecimientos de Madrid. La prolífica obra del madrileño, caracterizada por su variedad de estilos, temas y géneros, testimonia la pluralidad de tipos y estratos sociales y la evolución del paisaje de la Corte desde una visión madura y desencantada. Esta visión melancólica, que afecta tanto al autor como a muchos de sus personajes, es consecuencia, en opinión de García Santo-Tomás, de la tensión que causan la conciencia del pasado y la necesidad de ajustarse a las nuevas demandas de la urbe en continuo cambio. A continuación, el crítico pasa revista a una serie de personajes melancólicos, misantrópicos y maniáticos en conflicto con el entorno cortesano que aparecen en algunas de las piezas de Salas...