In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

Reviews211 a passage David (and Calderón) would know and which should be referenced in the footnote. These and similar oversights are not glaring, however , and do not significantly diminish the value of this otherwise excellent edition. Dale J. Pratt Brigham Young University Martin, Vincent. Calderón (1600-1681). Biblioteca Filosófica 111. Madrid: Ediciones del Orto, 2000. 94 pp. Si difícil es sintentizar la obra de Calderón, más difícil aún es intentar hacerlo en el reducido espacio en que, por las características de la colecci ón, pretende hacerlo Vincent Martin. En este sentido éste es el primer desafío y el primer problema, insalvable, de este libro. El segundo problema es la aproximación filosófica que, de nuevo debido a su inclusión en una "Biblioteca filosófica," se ve obligado a adoptar Martín. Porque la pregunta que enseguida surge es la siguiente:¿es pensamiento lo que, primordialmente, hace Calderón? No se trata de que haya o no pensamiento en su teatro, sino de la posibilidad de acertar a la hora de entender el fenómeno calderoniano si el pensamiento, la filosofía, es el punto de vista favorecido para dar razón de una obra que es dramática, que es teatro. En este sentido, Martin acepta, sin mayores cuestionamientos, uno de los frentes aceptados tradicionalmente—otros serían, por ejemplo, su consideración exclusiva como literatura o solo como teatro—a la hora de analizar la obra de Calderón: el de estudiarlo desde el pensamiento. Esto nos lleva, indefectiblemente, a otro libro sobre el pensamiento de Calderón, el de Regalado, cuyas influencias parecen haber llegado al estudio de Martin en, al menos, dos aspectos: la utilización de algunos conceptos fundamentales ("concepto poético," "concepto imaginado") y la aceptación de que lo que hace Calderón es pensamiento y moderno si y solo si sus propuestas de análisis de la realidad se pueden rastrear en el desarrollo posterior de la filosofía europea. Esto sitúa a Calderón en una perspectiva que no es exactamente nueva—aunque lo sea su contenido modemizador—ya que nos remite a la tendencia de buscar la rehabilitaci ón de las figuras de la cultura española por medio de su consideración 212BCom, Vol. 55, No. 1 (2003) como "precursores" de lo que después—después de que un español lo hubiera hecho y nadie lo hubiera reconocido—se hizo en otras partes. De lo que se trata es de hacer a Calderón parte del canon moderno.¿Cómo soluciona Martin estos problemas? Primero con una cuidada división del libro en partes que ofrecen un corte cualitativo de la producci ón dramática calderoniana. Así, la sección principal del libro (II. El pensamiento de Pedro Calderón de la Barca) está dividida en los siguientes capítulos: 1. Formación y rebelión; 2. Camino filosofico-teològico; 3. Reinterpretación del teatro antiguo; 4. Individuo y mundo social; 5. Teatro de la conciencia; 6. Representación alegórica y mitológica. Mediante esta cuidada estructura, se proponen al lector algunos de los problemas que, tradicionalmente, se han considerado fundamentales en el pensamiento de Calderón. Además, están tratados de manera que el lector pueda entenderlos a la luz de sus repercusiones más "modernas," aunque conceptos como el de "justicia poética" no pertenezcan a la crítica más reciente. Por ejemplo, los problemas de la filosofía y la teología se exponen de acuerdo con la hipótesis de Regalado acerca de la "crisis escéptica" (27-8)—por lo tanto moderna—de Calderón; y las relaciones del individuo con el medio social se ven a la luz del unamuniano "sentimiento trágico de la vida." Esta organización colabora a resaltar el carácter didáctico de este libro, didactismo que se ve fortalecido por una interesante selección de textos de Calderón y una cuidada—y muy seleccionada—bibliografía general. Además, la exposición es clara pese a las constricciones del espacio, aunque quizás haya un cierto abuso de...

pdf

Share