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J 86BCom, Vol. 54, No. 1 (2002) scholarship, this volume is a worthy addition to Golden Age studies . Gregory Peter Andrachuk University of Victoria Schmidhuber, Guillermo. The Three Secular Plays ofSor Juana Inés de la Cruz. A Critical Study. Collaborator: Olga Marta Peña Doria. Trad. Shelby G. Thacker. Lexington: UP of Kentucky, 2000. A pesar de que el teatro de sor Juana constituye gran parte de su obra (52 piezas dramáticas, según Schmidhuber), son pocos los estudios dedicados a la dramaturgia de la Décima Musa. Poco se han resaltado las implicaciones que para una monja tenía el dedicarse a la escritura del teatro secular. Y es que, según los historiadores de la colonia, salir del convento o representar obras en público era considerado un pecado mortal. El estudio de este crítico constituye un gran aporte para acercarnos a la dramaturgia de sor Juana, puesto que nos aclara el grado excepcional de subversión de la monja mexicana. No solamente se prohibían las representaciones, afirma, sino que, de acuerdo al Papa Inocente II, no se podía cantar nada que no perteneciera a los ritos de la Iglesia. Por lo tanto, concluye, los villancicos de sor Juana constituirían, en esa época, una perversión litúrgica. Según este estudioso, ya desde la primera edición de las obras dramáticas de la monja, las loas y los villancicos fueron dejadas de lado, y esto se debe al hecho de que en el siglo XVI, e incluso en el XVII, la concepción tradicional de estos términos no incluía elementos de naturaleza dramática. Esto cambió a finales del XVII, especialmente con autores como Calderón, Agustín de Salazar y Torres y, sobre todo, la misma sor Juana. Schmidhuber propone una revaloración del teatro de la monja a la luz de las teorías dramáticas de la época. Para él, tanto las loas como los villancicos constituyen piezas de claros elementos dramáticos y deberían considerarse como tales. El libro está ingeniosamente estructurado en siete "actos" críti- Reviews187 cos, los cuales incluyen estudios minuciosos sobre su poética dramática, su itinerario teatral y su obra secular. Una de las grandes primicias es la inclusión de una Declaración de Fe que Schmidhuber encontrara en 1992. Este documento, publicado aquí por primera vez, fue parte de un devocionario titulado El testamento místico de un alma religiosa del Padre Núñez de Miranda y constituiría, según el autor, una de las razones claves para entender el silencio de sor Juana al final de su vida: se trata del concepto de "obediencia," que en esta declaración aparece en orden invertido como el primero de los votos y mostraría el conflicto de la monja con sus líderes espirituales. Así como Lope o Tirso elaboraron comentarios metateatrales, sor Juana, según Schmidhuber, delineó su teoría dramática a lo largo de sus obras. En el Divino Narciso se afirma: "Desde aquí el curioso / mire si concuerdan / verdad y ficción / el sentido y letra." Schmidhuber afirma que las obras dramáticas, especialmente los autos y las loas, se basan en una conceptualización donde los elementos de ficción y de "sentido de modo" predominan sobre la verdad. La "ingenuidad" parte de la ficción, y en este sentido, como lo afirma el crítico, la dialéctica de la dramática sorjuanina va de acuerdo al pensamiento barroco, debido a que ésta se inclina al raciocinio y no constituye pruebas irrefutables de verdad. Mientras en las obras mismas se necesita lograr la verosimilitud del mundo real, en las loas y villancicos, se muestra un conflicto de ideas donde las creaciones humanas, más que verosimilitud, exigen sus propias condiciones metateatrales y metafísicas. Recordemos que fue el mismo Schmidhuber quien en 1989, después de casi 300 años, logró recuperar la versión perdida de La segunda Celestina fechada en 1676. Los críticos, incluyendo a Octavio Paz y a Schmidhuber, atribuyen esta versión a la monja mexicana. La existencia de una obra de autoría...

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