Abstract

El propósito de este estudio es examinar la obra de Calderón de la Barca, Los cabellos de Absalón, con las miras puestas en la interacción entre el rigor y la piedad. Este enfoque nos permite observar no sólo cómo esta interacción le provee unidad temática al drama, sino también la manera en que los personajes se realizan alrededor de la postura compasiva del rey David. El monarca israelita surge de este trabajo no como un individuo débil, como ha sugerido un núcleo crítico, sino como un dechado de la virtud del perdón. La obra de Calderón nos provee un formidable contraste entre el rigor intrínseco del Viejo Testamento y el concepto de la misericordia que emerge a partir del Nuevo Testamento. La dimensión trágica de la obra brota del abismo que existe entre ambos. Sorprendentemente, utilizando este enfoque, es Tamar, la violada hija del monarca, quien emerge como la verdadera víctima de esta pieza teatral. Al final, ella cae en la sima donde desaparece de vista para siempre.

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