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"Magic in La prueba de las promesas is at the service of the test of character to which Don Illán puts Don Juan. We note that every mention of it is carefully orthodox and that Don Illán never actually teaches it ... He utilizes it once, and that, in an allegorical fashion to dramatize la suerte" (Juan Ruiz de Alarcón: Baroque Dramatist, Madrid: Castalia, 1970, p. 162). The portrayal here of the practicing black magician as an allegorical instrument of divine providence seems to blur the crucial distinction between orthodox and heterodox so important to the theologian. 8 The perfect correspondence, or parallelism, of related events is basic to the magician's practice, as Richard Cavendish points out: "Events on earth run parallel to events in heaven because both depend on the workings of the same force ('the one thing' which reconciles the opposites of 'above' and 'below '), like two wheels turned by the same cog-wheel" ( The Black Arts, New York: Capricorn Books, 1968, p. 13). Cavendish further notes that the converse 'as below, so above' is also true (p. 14), and recognizes that "By manipulating events here "below' [one] can effect the course of events 'above' " (p. 15 ) . ' "que es bien trataros verdad,/ pues tanta merced me hacéis" (w. 641-642). 10"¡Ay, dulce prenda!" (v. 802). 11"callar y ausentarme quiero;/ que den un corrido culpado/ éste es el mejor remedio" (w. 2727-2729). 12Diccionario de la Lengua Española (Madrid : Espasa-Calpe, 1956), 18a. ed., p. 13. ^^6 «t^? PARA LA FECHA DE LA SERRANA DE LA VERA Enrique Rodriguez Cepeda, University of California, Los Angeles Hijo, estará corrupta la letra: por treze, tres. (La Celestina, auto noveno, Sevilla, 1502). De tres han hecho trece, y los trece trescientos. (Guzmán de Alfarache, Mateo Alemán, Madrid, 1599). La fecha de esta tragedia interesa porque de ella dependen consideraciones básicas para el conocimiento de la vida y de la creación literaria de su autor. Este dato no se ha podido aclarar hasta hoy (ni en el manuscrito autógrafo de Vélez, ni en los comentaristas de su vida) y ha originado un problema de difícil solución.1 En 1916 Ramón Menéndez Pidal y María Goyri de Menéndez Pidal llegaron a la conclusión más certera al asegurar que "no puede ser anterior a 1613";2 posteriormente, en trabajos diversos donde podía volver a reaparecer el motivo , don Ramón da como definitiva la fecha de 1613. Pero no todos los que se ocuparon de la edición de la obra en 1916 y la reseñaron en revistas de literatura estaban de acuerdo con tales pruebas. Ernest Mérimée3 y Gómez Ocerin4 sí estaban de acuerdo. Morley,5 G. T. Northup,6 A. Coster,7 Adolfo Bonilla y M. A. Buchanan,8 sobre todo este último , no parecían muy conformes. Antes, en el siglo XIX, Barrantes leía en el manuscrito 1603 y Barrera repite esta fecha; después, también, han puesto en duda estas razones Angel Valbuena Prat y E. Cbtarelo, por ejemplo; hoy, a cualquiera no especialmente interesado en la vida y la obra de Luis Vélez tampoco le ofrecerá mucha confianza lo dicho.9 Sí podemos asegurar que nuestro escritor, Luis Vélez de Guevara, no tenía ningún motivo para negar la realidad de la fecha y el lugar en donde está fechada la comedia; y si hubiera tenido alguno, el que fuere, no hubiera soportado el cambio de 10 años y no hubiera dedicado su trabajo a una conocida histrionisa. Así, por lo que respecta a Vélez, no hay confusión; la hay, acaso, por nuestro lado al pretender aclarar, 19 por una parte, la biografia del escritor, y por otra, siempre la más peligrosa, al intentar buscar fuentes y relaciones para su obra, pues un cambio importante de fecha podía producir nuevos supuestos en la investigación. Cuando Pidal dice que "esta fecha no sólo interesa para el estudio de nuestra comedia," sino que, "es de capital importancia para el estudio que luego haremos de...

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