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Reviewed by:
  • José Enrique Rodó: una retórica para la democracia
  • Gustavo San Román
Diego Alonso , José Enrique Rodó: una retórica para la democracia. Montevideo: Trilce. 2009. 135 pp. ISBN 9978-9974-32-508-1.

La meta de este libro es la revaloración de Rodó en su esfera política, tema importante aunque no tan novedoso como se sugiere, pues ha habido trabajos recientes que lo aclaran. El autor cita algunos, como la edición crítica de Liberalismo y jacobinismo de 2003 por da Silveira y Monreal, pero hay otros ausentes [End Page 891] en una bibliografía que en general termina hacia 1998, cuando se originó este libro como tesis doctoral. El asunto se aborda aquí desde la retórica y se enfrenta a una lectura recibida de Rodó quejosa del estilo esteticista, ambiguo, 'irritante' (Carlos Fuentes) y hasta, incomprensiblemente, 'violento' (González Echevarría) que sería típico del modernismo.

La tesis, recurrentemente reiterada, es que el lenguaje de Rodó combina aspiración estética y mensaje político y se opone al 'idioma analítico fundado exclusivamente sobre la razón' (p. 45). Esta retórica demuestra la sutileza y el realismo de Rodó en sus ensayos sobre el quehacer político y cultural de Uruguay y América Latina. La herramienta mayor que usa Diego Alonso es la nueva retórica de los franceses Perelman y Olbrechts-Teyteca de fines de los años cincuenta, y la distinción, siempre difícil de definir, entre el estilo literario y el estilo supuestamente lógico y formal de la política.

Luego de una introducción teórica, el primer capítulo explora la relación entre estética y retórica y trae a colación un debate entre Habermas y Gadamer. Aquí se nota que desde sus primeros ensayos Rodó comparte tanto los preceptos estéticos de la escuela de Weimar sobre la educación de las élites como la parcialidad de Pablo de Tarso por una retórica flexible y proteica. Además, fue consciente de la tensión entre principios jurídicos y realidad política, reconociendo que aquéllos no deben ser incólumes sino adaptables a situaciones sociales concretas. Se estudia luego el ensayo sobre Rubén Darío, donde surge otra dualidad: la defensa de la autonomía del poeta y el desiderátum de su papel social. Alonso sugiere que no hay contradicción en esta doble aspiración sino una síntesis, pues Rodó rescata el valor de la retórica poética de Darío para el discurso pedagógico y político. El capítulo tres trata sobre Ariel y la democracia, atento especialmente a de Tocqueville y Renan y su preocupación por la mediocridad. La solución de Rodó es reservar la dirección de la democracia para quienes sepan 'interpretar correctamente la marcha de la sociedad'. Una vez más, Rodó no defiende ideas a priori y universalistas, como haría Kant, sino una negociación consciente de la realidad política y cultural latinoamericana. Aunque sin aspirar al mismo nivel de educación para todos (y hay que preguntarse si esto es realmente elitista, como sugiere Alonso), Rodó nunca aprueba el autoritarismo de Renan, cuyo Calibán es aquí objeto de interesante lectura. El cuarto capítulo estudia la retórica parlamentaria de Rodó mediante el debate sobre la reforma de la Constitución. Otra vez lo vemos rechazar una posición positivista sobre la univocidad del lenguaje de la carta magna y postular en cambio la interpretación de la ley teniendo en cuenta las realidades del país. Por fin, el epílogo arguye que la parábola rodoniana ilustra una doble estrategia: frente al discurso positivista, propone una retórica no demagógica; frente a los excesos románticos de otrora, infunde un elemento crucial de realismo. Su forma retórica le permite llegar tanto a los intelectuales como al pueblo.

Este libro representa una útil contribución a una bibliografía que no ceja de crecer y toca asuntos medulares de la obra del uruguayo: la política; la crítica literaria; el...

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