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Teatro de posesión: polÃ-tica de Ia melancolÃ-a en Ia España franquista Alberto Medina DomÃ-nguez is Assistant Professor at Fordham University. He haspublished articUs about politics of the Spanish Transition, contemporary Spanish poetry , representations of women in Spanish barroque and uses of scepticism in XVIII century Spain. He h currently working on a book about the politics and poetics of melancholy in postfranco Spain. El veinte de noviembre de 1975, a las 10 de la mañana, el primer ministro español, Arias Navarro, anuncia en radio y televisión una noticia largamente esperada que no sorprende anadie: "Españoles, Franco ha muerto." Tras una agonÃ-a extraordinariamente larga seguida con expectación por los españoles,1 el hombre que habÃ-a gobernado el paÃ-s durante casi cuarenta años pasa a formar parte de la historia. Simultáneamente, el régimen que fundó se enfrenta al dilema entre la supervivencia de un aparato polÃ-tico decapitado que ha perdido su más importante y quizá único elemento de cohesión o la conversión en un sistema polÃ-tico de corte democrático. La muerte del Caudillo será, a un tiempo, momento de epitafio y refundación. La continuidad "sublimada" y el acabamiento del régimen compartirán, paradójicamente, el mismo espacio. La arquitectura simbólica de esa muerte será la culminaci ón de un sistemático uso de la melancolÃ-a como instrumento polÃ-tico a lo largo de cuarenta años de franquismo. Los fines polÃ-ticos y el "destino" de la nación han sido una y otra vez definidos en relación a modelos del pasado, a momentos de pérdida. En este sentido, toda mirada al futuro resultaba producto de un epitafio previo, resultado del mandato de un muerto. Ese proceso melancólico servirá ahora como medio de proyección al futuro del régimen. El continuismo hará uso del espectáculo de la muerte del Caudillo como "foco de posesión," medio último de "sujección" de los miembros del estado y de fijación de un guión inexcusable de obediencia al padre muerto. Pero para entender todo el alcance de ese proceso de sucesión/ posesión, resulta necesario rastrear en qué consistió esa melancol Ã-a polÃ-tica durante los cuarenta años del franquismo. La Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies Volume 4, 2000 44 Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies "puesta en escena" de la muerte del dictador constituirá simultáneamente su apoteosis y su cancelación, el intento definitivo de recuperar la validez de ciertas estrategias de interpelación pero también la prueba irrefutable de su caducidad. Desde el principio, el franquismo hace uso de una determinada retórica de la melancol Ã-a como medio de reconstrucción nacional. David K. Herzberger en su estudio sobre la historiografÃ-a franquista, caractetiza ésta como un discurso de recuperación. Frente a una historia lineal de corte hegeliano favorecida por la república, en la que los cambios hist óricos van marcando el camino hacia un ideal situado en el futuro, los historiadores franquistas localizan ese ideal en un pasado mÃ-tico (el de El Cid, Los Reyes Católicos, Felipe II y el imperio en el que no se ponÃ-a el sol). La historia no es ya una narrativa de búsqueda orientada al futuro, sino de recuperación de lo perdido.2 Destino y origen coinciden, el "avance histórico" es sustituido por una retórica de la "stasis," en la que pasado y presente quedan fundidos en un espacio sincrónico: "time (history) is perceived not as a progression or as a becoming, but rather as a static entity anchored in all that is permanent and eternal" (Herzberger 33). En consonancia con esta concepción de la historia, el franquismo recuperará una retórica de la obediencia como fundamento de la vida polÃ-tica. No se trata de renovar el legado recibido dentro de una lógica moderna, sino de obedecerlo: "El pueblo, como los hombres, no inventa su destino, lo sirve" (Discurso de Franco en 1971, citado en Vázquez Montalb án 130). La caracterización de...

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