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337 LA CASA U OFICIOS 6- Los Oficios de Boca en la corte española de los Austrias María de los Ángeles Pérez Samper El mundo cortesano era como un gran teatro en el que lo privado y lo público apenas se diferenciaban, pues se mezclaban hasta resultar casi imposible distinguirlos. Nada más personal que comer para satisfacer una necesidad vital, pero cuando era el rey quien comía, el acto pasaba de ser cotidiano y privado a una ceremonia pública de gran alcance social y político. La Mesa, como todo en la Corte, tenía un significado que trascendía de la mera función alimenticia. No comía simplemente una persona, comía el rey como institución, la Corona. Comer en palacio era un ritual, celebrado con frecuencia en público y regido siempre por la Etiqueta. Los reyes comían solos o en familia y una de las máximas expresiones de confianza y favor hacia una persona era invitarla a sentarse en su mesa y comer con ellos. Tanto las comidas privadas como los banquetes se organizaban siguiendo un ritual que requería el concurso de muchos servidores, con funciones directas e indirectas en la preparación de los manjares y en el servicio de la mesa. a) La organización de la Corte de los Austrias En la Edad Moderna, al compás de la transformación de la Monarquía Hispana, cambió la organización de la Corte y de las Casas Reales1 . La introducción de la Etiqueta de la Casa de Borgoña complicó la vida cortesana,quesehizomuchomáslujosayceremonial2 .Alastradicionales Casas de Castilla y de Aragón de la época de Isabel y Fernando, se sumó la nueva Casa de Borgoña, lo que hacía más compleja la organización 1 José Martínez Millán, “Corte y Casas Reales en la Monarquía Hispana”. 2 María de los Ángeles Pérez Samper, “La mesa del Rey. Imagen y símbolo del poder” en Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón, t. I, El poder real en la Corona de Aragón (Siglos XIV-XVI), vol. III, Zaragoza, 1996, pp. 433-49. 338 338 Las secciones de la Casa y más numerosos los cargos y servidores3 , a lo cual habría que unir la continua movilidad que marcó el funcionamiento de la Corte, en parte fija y en parte itinerante. Al abdicar Carlos V, su Casa estaba compuesta por casi 500 personas, como podemos ver en la “relación de los criados que tenía el Emperador… al tiempo que se deshizo su casa por el mes de junio de 1556”. En lo que se refiere a los Oficios de Boca, nos encontramos con un mayordomo mayor, tres mayordomos, 57 gentilhombres de boca, dos varlets servants y un grefier. Por lo que respecta a la Panatería, habría 8 miembros, en la Eschansonería 5, en la Cocina 12, en la Salsería dos y en la Cerería tres, más un aguador y dos cerveceros4 . A la Casa del emperador habría que unir la del heredero, que fue primero la de Castilla y, a partir de 1548, la de Borgoña. Por supuesto, todas estas disposiciones afectaban a la Cocina y a la Mesa. Así, el príncipe Felipe había tenido en 1540 como cocineros a Juan de la Vega y Héctor Méndez, completando el servicio con un portero, 4 mozos y una panadera y pastelera, de nombre Mari France. En 1551, por el contrario, habría un cocinero mayor, Perequin Fasset -o Falset-, dos cocineros, Francisco Gómez de la Vega y Antón Fernández de Aguilar, 5 ayudas, un escuier, un potajier, un busier y un portador. Por su parte, en ese 1551 el pastelero era Francisco Villalpando y en 1553 Pierre de Loncourt5 . Los cambios en el personal fueron constantes y así, nos encontramos en 1559, con Felipe ya como rey, con un nuevo cocinero mayor como Gaspar Fichel, siendo otro cocinero Joan de Miedes, que había ascendido a dicho oficio desde el puesto de ayuda de cocina, que ocupaba en 1553 a las órdenes de Perequin Fasset. En tiempos de Felipe II se mantuvo la duplicidad en la organización cortesana, pues ambas Casas permanecieron yuxtapuestas, aunque tendieron a converger. La de Castilla fue menguando, mientras la de Borgoña se convirtió en...

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