Abstract

abstract:

In this paper, we probe the possibilities and limits of Petrocaribe, a Venezuelan-led oil alliance that has shaped energy and development initiatives in the Caribbean basin since the mid 2000s, as well as U.S. responses to the program. Drawing from a range of sources, including interviews with regional actors and leaked diplomatic cables from Wikileaks, we describe some of the contours of these competing regional energy assemblages, and analyze how they intersect with both the legacies of colonial dependency and more recent neoliberal models for development within the Caribbean region. We contextualize and frame these initiatives by drawing from Caribbean scholarship on regional history and contemporary change and focus in particular on the continuing role of the plantation model in shaping regional affairs. We place this Caribbean scholarship in conversation with recent work in the social sciences utilizing the concept of assemblage that, we suggest, can be usefully adopted to trace how Caribbean energy networks and relations are structured and change over time. We argue that while Petrocaribe successfully provided opportunities for new forms of Caribbean development, the program had to be layered onto an already-existing oil assemblage comprised of durable infrastructures, private sector actors, and geopolitical interests, thus responding to conditions that limit the available options for truly transforming energy relations within the region. While such conditions opened up a space for a viable U.S. response to Petrocaribe, we argue that U.S. government initiatives in the region have consistently embraced a private sector approach that reproduces existing dependencies rather than enhancing the region’s energy sovereignty.

resumen:

En este documento, investigamos las posibilidades y los límites de Petrocaribe, una alianza petrolera encabezada por Venezuela que ha dado forma a las iniciativas de energía y desarrollo en la cuenca del Caribe desde mediados de la década de 2000, así como las respuestas de los Estados Unidos al programa. Partiendo de una variedad de fuentes, incluidas entrevistas con actores regionales y cables diplomáticos filtrados de Wikileaks, describimos algunos de los contornos de estos conjuntos de energía regionales rivales y analizamos cómo se cruzan con el legado de la dependencia colonial y los modelos neoliberales más recientes para desarrollo en la región del Caribe. Contemplamos y enmarcamos estas iniciativas sacando de la academia caribeña la historia regional y el cambio contemporáneo, y nos enfocamos en particular en el papel continuo del modelo de plantación en la configuración de los asuntos regionales. Colocamos esta beca del Caribe en una conversación con el trabajo reciente en las ciencias sociales utilizando el concepto de ensamblaje que, sugerimos, puede ser adoptado de manera útil para rastrear cómo las redes y relaciones de energía del Caribe se estructuran y cambian con el tiempo. Sostenemos que, si bien Petrocaribe ha brindado oportunidades para nuevas formas de desarrollo en el Caribe, el programa tuvo que acoplarse a un conjunto petrolero ya existente compuesto por infraestructuras duraderas, actores del sector privado e intereses geopolíticos, respondiendo así a las condiciones que limitan la disponibilidad opciones para transformar verdaderamente las relaciones energéticas dentro de la región. Si bien esas condiciones abrieron un espacio para una respuesta viable de los EE. UU. A Petrocaribe, argumentamos que las iniciativas del gobierno de EE. UU. En la región han adoptado sistemáticamente un enfoque del sector privado que reproduce las dependencias existentes en lugar de mejorar la soberanía energética de la región.

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