Abstract

Abstract:

The recent commercial and critical success of contemporary Spanish novela negra has seen the genre expand beyond the traditional settings of Madrid and Barcelona while still retaining a critical examination of the country's political and economic struggles during the recent financial crisis. El asesino de la regañá, published in 2013, contests the global platform of the novela negra genre by localizing the action within the specific geography of Seville, Spain's fourth largest city. At the same time, Julio Muñoz Gijón combines dark humor with the gory details of crime fiction in a way that references the distinctive identity and self-critical nature of Seville residents. In this article, I explore how the novel resists the status quo representations of late capitalism and globalization in Seville through the investigation of two locally-based groups, the rancios and the modernos. I argue that the narrator's use of a local style of humor, guasa, serves as a way for both the narrator and the novel as a whole to distance themselves from either group, while still maintaining the popular image of the unique, local culture in opposition to globalization.The end result is a detective novel that pushes the boundaries of the genre while staking a claim for a locally-based Seville identity that offers a social critique of the acceleration of global commerce and exchange that constitute late capitalism's implementation in contemporary Spain.

Resumen:

El éxito comercial y la atención crítica en España de la novela negra contemporánea han coincidido con una expansión del género más allá de los lugares tradicionales de Madrid y Barcelona. Al mismo tiempo, el género sigue enfocándose en un examen crítico de los problemas económicos y políticos del país durante y después de la crisis de 2008. El asesino de la regañá, publicado en 2013, examina la plataforma global de la novela negra a través de su puesta en escena de la acción de la novela dentro de la geografía local de Sevilla, la cuarta área urbana más poblada del país. Al mismo tiempo, Julio Muñoz Gijón combina el humor negro con detalles sangrientos de la ficción criminal para hacer referencia a la identidad particular y auto-crítica de los sevillanos mismos. En este artículo, examino cómo la novela resiste las representaciones del estatus quo fundadas en el capitalismo tardío y la globalización en Sevilla a través de la investigación de dos grupos locales, los rancios y los modernos. Arguyo que el narrador emplea un estilo local de humor, la guasa, que funciona para el narrador y la novela como una manera de distanciarse de los dos grupos locales, pero al mismo tiempo sirve para mantener la imagen popular de la cultura local de Sevilla que manifiesta una resistencia a la globalización. El resultado final es una novela detectivesca que desafía las definiciones del género y también ampara una identidad sevillana y local que ofrece una crítica social del aumento del intercambio global y la economía internacional que constituye la implementación del capitalismo tardío en España contemporánea.

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