In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • Delirios de interpretación:Las mitologías de la violencia de Sergio González Rodríguez*
  • Oswaldo Zavala

En la primera década del siglo xxi surgió en México un debate nacional sobre una supuesta crisis de violencia que según el gobierno federal afectaba ciudades enteras donde se habían consolidado diferentes modalidades del crimen organizado. Uno de los primeros precedentes de esta discusión comenzó a finales de la década de 1990 con las numerosas investigaciones periodísticas y académicas sobre los asesinatos de mujeres en la fronteriza Ciudad Juárez. Paralelamente en esos años dio inicio una mayor discusión sobre el narcotráfico en México que desbordó el imaginario popular que lo localizaba tradicionalmente en las zonas rurales del norte del país, con escasa relevancia para los grandes centros urbanos, pero que repentinamente cobró vigencia en ciudades como Monterrey, Tijuana, Culiacán, y una vez más, Ciudad Juárez. Al finalizar la década de 2010 era ya extraordinaria la aparición de intervenciones desde prácticamente todas las disciplinas en el campo de producción cultural sobre los temas del feminicidio y el narcotráfico. Entre las más visibles están las crónicas periodísticas Las muertas de Juárez (1999) de Víctor Ronquillo, El cártel de Sinaloa (2009) de Diego Enrique Osorno y Los señores del narco (2010) de Anabel Hernández; las novelas Trabajos del reino (2004) de Yuri Herrera, Balas de plata (2008) de Élmer Mendoza y Fiesta en la madriguera (2010) de Juan Pablo Villalobos; música como los narcocorridos de Los Tigres del Norte y el hiphop de Cártel de Santa y en el campo del arte conceptual, las obras de Teresa Margolles y Rosa María Robles. Entre esta abundante producción, la ensayística de Sergio González Rodríguez (1950) ha tenido una relevancia particular como dispositivo de interpretación cultural en la articulación de estrategias de representación de la violencia actual. En lo que sigue, propongo revisar sus libros Huesos en el desierto (2002) y El hombre sin cabeza (2009) como intervenciones intelectuales [End Page 115] que en más de un modo han reposicionado las coordenadas del discurso analítico sobre la violencia en México con hondas repercusiones en el campo de la producción cultural contemporánea. Al mismo tiempo, me interesa localizar las condiciones de enunciación de su obra como síntoma de un complejo problema epistemológico que neutraliza el periodismo en tanto práctica de significación crítica de las formaciones hegemónicas que determinan el imaginario popular sobre la violencia. Finalmente, señalaré cómo la obra de González Rodríguez está fundada en una práctica radical de interpretación cultural que merma nuestra comprensión de las transformaciones históricas de los discursos oficiales de la violencia y que despolitiza las discusiones más urgentes sobre desigualdad social, la criminalización de la pobreza y el advenimiento de una disciplina policial inscrita en un permanente estado de excepción sin precedentes en la historia moderna de México.

I. La invención de la crisis de seguridad nacional

Antes de analizar la obra de González Rodríguez es importante entender que el discurso sobre la violencia que impera en el imaginario dominante en las producciones culturales de la última década es de reciente invención. Como explican Brian Bow y Arturo Santa-Cruz, la seguridad nacional no ha sido históricamente un tema destacado en la política mexicana moderna, pues a lo largo del periodo posrevolucionario y hasta finales del siglo xx "la seguridad de la nación se veía como esencialmente equivalente a la seguridad del régimen gobernante" (7). Sin controversia doméstica sustancial y con el ejército subordinado al poder político, durante las siete décadas de gobiernos sucesivos del Partido Revolucionario Institucional "no se percibía un enemigo interno al cual resistir" (7). Desde luego, durante los turbulentos años de 1968 a 1971, el Estado exterminó a los distintos grupos de izquierda radical y la resistencia...

pdf

Share