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  • Conversación con Tina Escaja, poeta
  • Salvador Oropesa (bio)

INTRODUCCIÓN

Tina es catedrática de literatura latinoamericana en la Universidad de Vermont. Es de origen castellano, zamorana, criada como proletaria en Barcelona, pescadera de profesión. Estudió filología en la Universidad de Barcelona y el doctorado en Estados Unidos en la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia. Es la autora de Caída libre, premio Dulce María Loynaz de poesía de 2003, dotado con varios miles de euros pero que salió barato ya que Caída libre es un poemario fundamental para entender la poesía en español en el siglo XXI: Es el viaje más desgarrado y antimítico nunca hecho del tema de la maternidad. Tina es también ciberpoeta, aunque se resigna a continuar publicando libros en papel. Ha sido traducida a múltiples lenguas. Es también autora de teatro, cómica y artista plástica. Su alter ego es Alm@ Pérez, un cíborg, con quien parece que se lleva bien. Esta entrevista estuvo acompañada en sus diversos momentos de clam chowder, de una calderada de marisco y chorizo, y café de Panera. Tina es una viajera incansable, ha recorrido medio mundo y espera recorrer el otro medio pronto.

Esta entrevista se dio a cabo durante el congreso anual de la Modern Language Association, del 3 al 6 de enero de 2013, que tuvo lugar en la ciudad de Boston, Massachusetts. Durante esos días, mientras afuera hacía un frío propio de la época, nos encontramos con la poeta universal, Tina Escaja.

Salvador Oropesa (SO):

La Generación de 1927, la de los cincuenta, los novísimos de Josep María Castellet representan un proceso de autodefinición y de fijación de un marco estético. Estas etiquetas contienen un proceso propagandístico que ayudan al lector que sabe a qué atenerse y qué nombres están incluidos o excluidos. Echo de menos en la poesía española actual algo parecido, hay mónadas inconexas que desconciertan al lector que no sabe adónde acudir. ¿Crees que hay algo que se pueda hacer al respecto? ¿Estarías dispuesta a entrar en este juego necesario del mercadeo literario?

Tina Escaja (TE):

A mí no me importaría en absoluto entrar en el juego, si por juego se entiende un mecanismo de reconocimiento y alcance mínimo. Las etiquetas son entelequias convenientes para el manejo en la disciplina literaria (otra entelequia) y fundamentalmente mecanismos de autocreación y propaganda. Digo auto-propaganda porque con mucha frecuencia se trata de camaraderías entre autores, construcciones que ahora son algo menos vigentes quizás por la selva de opciones que descentralizan la oligarquía del canon. Yo no echo de menos esas fijaciones pero entiendo su valor acomodaticio, aunque soy consciente de mi carácter múltiple periférico que acaso me impide ingresar en el invento del canon. No creo que no existan etiquetas. Por el contrario, creo que se desbordan, pero por los mismos mecanismos de camaraderías, por muy en declive que estén, dada la multiplicidad de nuestro milenio y medios, no aparecen registradas. Yo confío en las nuevas apuestas sociales de base en Internet que irán perfilando preferencias de una forma orgánica y colectiva, si bien se siguen manteniendo parámetros de orientación. Pero un lector o lectora independiente puede llegar a sus propias conclusiones, por lo menos en teoría, y exponerlas de forma colectiva, permitiendo alternativas canónicas inadmisibles hasta hoy.

SO:

Tina, además de poeta, eres una crítica literaria; creo que coincidimos que hay una crisis teórica y que el deconstruccionismo nos llevó a un callejón sin salida y que lo que hay que hacer ahora es lo contrario, un construccionismo. Me parece que Caída libre es un paso en esa dirección ya que conjuga feminismo y maternidad excluyendo el sentimentalismo (neoclásico/romántico, es decir, burgués). La exclusión del lenguaje tradicional implica que hay que inventar un lenguaje nuevo. ¿Dónde nos encontramos en la teoría literaria y en la práctica artística?

TE...

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