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Reviewed by:
  • La iconografía del poder real: El códice miniado de los Castigos de Sancho IV by Marta Haro Cortés, and: Libro del consejo e de los consejeros by Maestre Pedro
  • David Arbesú
Haro Cortés, Marta. La iconografía del poder real: El códice miniado de los Castigos de Sancho IV. Alcalá: Universidad de Alcalá, 2014. 177 pp. ISBN: 978-84-16133-32-1.
Maestre Pedro. Libro del consejo e de los consejeros. Ed. Barry Taylor. San Millán de la Cogolla: Cilengua, 2014. 198 pp. ISBN: 978-84-942088-7-4.

Fechado en torno a 1330 y firmado por un esquivo “Maestre Pedro” que se resiste a la identificación, el Libro del consejo e de los consejeros es una obra fundamental dentro del ámbito de la literatura sapiencial. La difusión de la que gozó en su época queda probada por conservarse nada menos que en cuatro testimonios del siglo XV, y –como bien nos recuerda Marta Haro– su importancia radica también en ser el primer tratado que se centra de modo específico en la figura y función de los consejeros del rey. Aun así, y quizás porque la obra “siempre ha sido tratada por los especialistas con cierta prevención debido a los interrogantes que plantea” (Haro 137), han transcurrido más de cincuenta años entre las dos únicas ediciones de este texto: la de Agapito Rey (Zaragoza: Biblioteca del Hispanista, 1962) y la de Barry Taylor. Ambos editores coinciden en su elección del texto base, el manuscrito del Real Monasterio de El Escorial Z.iii.4. Para Rey, el manuscrito escurialense era “el mejor y más cercano al original” (13), opción compartida por Taylor, quien –afortunadamente– se ha resistido a restituir el Libro del consejo a su (posible) forma primigenia y ha “dejado el texto tal como está en los manuscritos, y en la edición de Rey” (92). ¿En qué mejora entonces esta nueva edición a la primera?

Para comenzar –todo sea dicho–, la edición de Rey es excelente, pero adolece de un estudio preliminar exhaustivo. Rey se limitó en su día a apuntar ciertos aspectos generales de la obra en una breve introducción (7–13) que no hace justicia al texto, mientras que la edición de Taylor dedica casi un centenar de páginas a examinar una gran multitud de aspectos relacionados con el Libro del consejo. No hay novedades en cuanto a la identidad de Maestre Pedro, aspecto que queda –como siempre– “sin resolver” (12), o respecto a la fecha de composición de la obra, que Taylor supone entre 1306 y 1336. Sin embargo, sorprende la exhaustividad con la que se han analizado aspectos tan importantes como las fuentes del Libro del consejo (en especial el Liber consolationis de Albertano de Brescia), el contexto manuscrito de la obra o su recepción cortesana. Es [End Page 234] precisamente al considerar estos aspectos cuando se empieza a vislumbrar la historia del texto, aspecto al que Taylor dedica la mayor parte de la introducción. Dejando a un lado el Liber consolationis, el detallado análisis de las fuentes del Libro del consejo revela préstamos de la Biblia, los Disticha Catonis, la Alexandreis, el Florilegium Gallicum, el Communiloquium o el Manipulus florum, además de otras doscientas autoridades latinas y varias fuentes vernáculas como el Bocados de oro, las Flores de filosofía o la Vida de Segundo. De manera más importante, el análisis de los cuatro manuscritos en los que se conserva la obra ha permitido al editor detallar la historia textual y las etapas de composición del texto, aspecto importante también a la hora de justificar la elección del manuscrito Z.iii.4 como base de la edición. Para Taylor, el Libro del consejo compuesto por Maestre Pedro fue más extenso que cualquiera de las versiones que se conservan, pero en una segunda etapa de composición un “editor” dividió el texto en veintiún capítulos y añadió el segundo de sus prólogos (donde precisamente se justifica esta división). Posteriormente –y...

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