Masculinidades en el cine argentino

Una materia pendiente viene a ser abordada por el reciente libro de Carolina Rocha: los cambios contemporáneos en las masculinidades dentro de la cultura popular en la Argentina. Su trabajo sostiene que las transformaciones neoliberales de las últimas décadas conllevaron un quiebre de los modelos tradicionales de masculinidad. Este proceso, según la metodología propuesta, es rastreado en las representaciones del cine masivo y popular contemporáneo. La autora propone un análisis sociosemiótico de los filmes, estudiando los textos audiovisuales dentro de su contexto. El esquema de lectura se centra en los personajes masculinos, a los cuales vincula con los textos estrella de los actores que los encarnan, pero resulta integral al abordar también la puesta en escena, la construcción de los planos, el guión y la banda sonora.

Uno de los grandes aciertos del libro es su decisión de abordar un corpus constituido por las películas de mayor audiencia, es decir, el cine popular y masivo, entendido como aquél que llegó a números significativos de espectadores. Estas películas, más comerciales y de menores ambiciones estéticas, han sido con frecuencia dejadas de lado por la tradición crítica de los estudios del cine. Sin embargo, como revela Rocha, constituyen textos audiovisuales de suma riqueza para el análisis cultural. La autora lee en ellos las señales de la crisis del Estado y de las transformaciones recientes de las masculinidades. Su perspectiva teórica se basa en los estudios culturales y el análisis del film, incorporando aportes de la teoría psicoanalítica y del marxismo.

El primer capítulo titulado “Hombres descentrados” aborda el análisis de Un lugar en el mundo (Aristarain, 1992) y de Una sombra ya pronto serás (Olivera, 1994). En el film de Aristarain, la autora plantea una lectura centrada en el conflicto entre dos modelos de masculinidad y correlativamente dos modelos de Estado. El telón de fondo del relato es la puesta en crisis de una comunidad agroganadera de explotaciones familiares por la llegada de una empresa de capitales transnacionales que compra sus tierras para construir una represa. Este proceso atraviesa al Estado quebrando su autoridad e instalando un nuevo modelo sociopolítico y ello tiene su correlato en un conflicto entre identidades de género contrapuestas. Por un lado, la masculinidad tradicional representada por Mario (Federico Luppi), el profesional ilustrado y padre de familia. Por otro lado, una masculinidad nueva encarnada en Hans, el geólogo español (José Sacristán), un burgués cosmopolita orientado por el deseo, sin lazos familiares ni ataduras de ningún tipo, flexible y adaptable. El capítulo se completa con el análisis de las masculinidades alternativas en Una sombra ya pronto serás, de Héctor Olivera, en el cual Rocha lee con precisión el desarrollo de un personaje que deambula perdido, vencido y descentrado, por el sur de la Argentina.

El título del segundo capítulo, “Padres ausentes y subrogados”, define con claridad el universo temático de Caballos salvajes (Piñeyro, 1995) y Martín (Hache) (Aristarain, 1997). En estos filmes, señala la autora, se ponen en escena personajes cuyos padres se ausentan y dejan de cumplir la función paterna, movidos por el interés en sí mismos. En Caballos salvajes, se tematiza el ascenso de la corrupción política y financiera en la Argentina, vinculada con las privatizaciones y las reformas del Estado. En este contexto, un joven yuppie se asocia accidentalmente con un anarquista de mayor edad, que opera como un padre sustituto. En Martín (Hache) vemos el proceso de convertirse en hombre de un adolescente abandonado por un padre ausente, mientras su madre vuelve a formar una familia y lo expulsa de su espacio de hijo.

El tercer y último capítulo, “Violencia y jueces sin poder”, examina las películas Cenizas del paraíso (Piñeyro, 1997) y La furia (Stagnaro, 1997). En...