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  • Severo Sarduy and the Neo-Baroque Image of Thought in the Visual Arts by Rolando Pérez
  • Jorge Brioso
Severo Sarduy and the Neo-Baroque Image of Thought in the Visual Arts Purdue University Press, 2012 por Rolando Pérez

Se ha aprendido de un modo tan radicalmente irreversible y rotundo a desmontar, deconstruir, invertir la lógica discursiva de lo que se lee, a sospechar de todo y de todos, que el simple acto de escribir sobre un autor, sobre una obra, por el fervor y la lealtad que producen sus palabras resulta impensable. Poder encontrar un nuevo camino allí donde nos topamos con una aporía necesita de la sagacidad de un gran lector, de un gran crítico. Rolando Pérez en este libro sobre Severo Sarduy reivindica un tipo de lectura que asume como modalidad afectiva primaria el amor y la admiración por lo que se estudia. No se puede pretender, sin embargo, y esto lo sabe muy bien nuestro autor, ignorar los diferentes factores que llevaron a la bancarrota la tradición de lectura que privilegiaba la afinidad con los textos y la confianza en la capacidad de revelación que se le suponía a los mismos.

Severo Sarduy and the Neo-Baroque Image of Thought in the Visual Arts resalta la centralidad que tiene la imagen en el pensamiento y en la obra de Severo Sarduy. Poner a la imagen en el centro de un modelo interpretativo le otorga mayor visibilidad, como temía Platón, a las superficies, al arabesco, al artificio, a la simulación, lo que supone una desestabilización del modelo axiológico que reguló gran parte del pensamiento en Occidente donde se suponía que lo inteligible primara sobre lo sensible, lo natural sobre lo fabricado o producido, la norma sobre sus posibles excepciones o desviaciones. Con ese modelo en mente se clasificó y reguló el deseo, se evaluó la producción cultural, se ejerció el poder y se organizó el espacio social. Doble articulación llama Rolando Pérez a este proceso en la obra de Severo Sarduy: “the way in which he underscores the unresolved tension of what traditionally has been conceived as the exclusive and disjunctive binary oppositions of metaphysics (e.g good/evil, normal/abnormal, natural/unnatural, etc) “(4). Al hacerlo tiene más en mente al Deleuze de “La geología de la moral” que a André Martinet, el creador del concepto. La doble articulación entonces no debe ser entendida como la seña de identidad que permite discernir un sistema lingüístico dentro de un sistema semiótico sino como la identificación de los diferentes territorios y códigos que sirven para enmarcar y configurar una línea de fuga, un flujo.

El libro de Rolando Pérez se estructura a través de cuatro capítulos, cada uno de ellos anclado en cierta zona del corpus de Severo Sarduy, generalmente poco estudiada (el ensayo, la poesía, los libretos para la radio), y en una de las figuras de la doble articulación: la elipsis y la esfera como figuras geométricas que organizan el cosmos según la visión de Kepler y Galileo, y el mundo representativo de la pintura, desde la noción de la perspectiva consagrada por Leo Battista Alberti hasta las anamorfosis barrocas; la piel de los cuadros y la tela de los cuerpos, el cuerpo como teatro de la representación y la pintura como un locus de gestos y sensaciones; la descomposición del orden y la composición del [End Page 267] orden generados por la escritura y las teorías cosmológicas; la desnudez de la voz y los ecos del cuerpo surgiendo desde el transfondo de todos los sistemas representativos.

Quizás la mejor manera de hacerle justicia a este gran libro de Rolando Pérez sea invertir el sentido de una frase que Borges puso en boca de un escritor que como él fue un gran maestro de la injuria: George Bernard Shaw. Citar una frase de Bernard Shaw que es muy probable haya sido apócrifa, inventada por el propio Borges, traer a colaci...

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