In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

  • El villancico de negro y su pertinente abordaje sociológico y literario
  • Octavio Páez Granados

Dentro de la enorme cantidad de villancicos existentes, uno de los géneros poético-musicales iberoamericanos por excelencia, los llamados villancicos de personajes1 de los siglos xvii y xviii sobresalen no solo por su curiosidad, sino también, por la mezcla de devoción y diversión que los caracteriza. Dentro de este subgénero de villancicos, los villancicos de negro guineos, negritos o negrillos fueron el subtipo más numeroso (Swiadon, “Los villancicos” 287).2 Se trata pues, de un fenómeno artístico de notable interés desde varios puntos de vista y que infelizmente aún no está lo suficientemente estudiado.

Al tratarse de un género que nació literario y posteriormente pasó a ser musical, el objetivo del presente trabajo es hacer un breve abordaje de sus aspectos literarios (en el ámbito teatral y poético) y exponer algunos de los complejos aspectos sociológicos reflejados en este subgénero. Se pretende también, evidenciar sus características polifacéticas, proponiendo una lectura más global sobre el asunto, facilitando así un acercamiento y una interpretación con una finalidad musicológica. El lector encontrará poco expuestos los aspectos formales y musicales del asunto en cuestión, dado que de momento no es esta la finalidad. [End Page 177]

Antecedentes

Después del descubrimiento y la anexión del continente americano por parte de potencias europeas (España, Portugal, Francia e Inglaterra, principalmente) surge la necesidad de conseguir mano de obra barata para trabajar y explotar estas tierras en beneficio de estas naciones colonialistas. Por lo que se refiere al caso español y portugués, inicialmente será utilizada la población indígena para tales fines, realidad que mudará debido a la influencia ejercida por la llamada Escuela de Salamanca3 y a los escritos de Fray Bartolomé de las Casas (1482–1566). A partir de este momento, la mano de obra indígena será suprimida y nacerá el llamado “comercio negrero,” o sea, la importación a gran escala de esclavos provenientes del continente africano. Estas personas, además de poseer notable fuerza física y bastante resistencia a las enfermedades, fueron el material humano conveniente para no contrariar las nuevas legislaciones, que “protegían” a los naturales americanos.

Los primeros vestigios de este tráfico humano masificado se dan a partir de 1492, existiendo indicios anteriores a menor escala. Este comercio se prolongará hasta más o menos 1870–80, siendo los destinos principales Sudamérica, el sur de los actuales Estados Unidos, las islas del Caribe y en menor grado el Virreinato de la Nueva España y la propia península ibérica, en este último caso más concentrado en la zona sur. Portugal fue durante siglos la mayor potencia negrera4 y será a raíz de este comercio que la composición étnica y cultural fue radicalmente modificada en la América española y portuguesa, y en menor escala, en la península ibérica.

El negro tuvo que iniciar un abrupto y duro proceso de adaptación a su nuevo entorno, dando como resultado un largo y complejo proceso de mestizaje cultural y racial. A este respecto tendremos por ejemplo la cuestión lingüística: al verse obligados a adoptar un nuevo idioma, fuese español o portugués, se originaron ciertas variantes lingüísticas, una afro-española llamada español bozal (Swiadon “Los villancicos” 161)5 y otra afro-portuguesa, llamada língua de preto (Hatherley 11, 25).6 [End Page 178]

Si al parecer fueron los portugueses los primeros y los mayores tratantes de esclavos, no es de admirar que como Frida Weber y Ana Hatherley anotan, las primeras referencias literarias hasta el momento conocidas que abordan la figura del negro y su hablar característico sean portuguesas.7

Sobre la relación entremés/villancico y mojiganga/villancico de negro

Es a partir de lo anotado por Frida Weber y Glenn Swiadon que se puede llegar a este punto. Dentro de la práctica teatral habitual durante el llamado Siglo de Oro, era...

pdf

Share