In lieu of an abstract, here is a brief excerpt of the content:

Reviewed by:
  • La risa en la literatura mexicana (apuntes de poética) by Martha Elena Munguía
  • Raúl Carrillo Arciniega
Munguía, Martha Elena. La risa en la literatura mexicana (apuntes de poética). México: Bonilla Artigas Editores, 2011. 196 pp.

Dentro de las características más polémicas que se puedan establecer para digerir y criticar una cultura la risa se presenta como un instrumento de suyo revolucionario. Recordemos que dentro de El nombre de la rosa de Eco el manuscrito perdido de la Poética de Aristóteles era un supuesto libro II, la contraparte de su estudio sobre la tragedia, la comedia. Este último había sido un manuscrito condenado y desaparecido porque pretendía desestabilizar a la tradición, descentralizar el pensamiento hegemónico. En ese espíritu crítico el estudio La risa en la literatura mexicana (apuntes de poética) de Martha Elena Munguía explora una cultura nacional desde otra perspectiva en la que la risa será el hilo conductor, el eje de un discurso que se mezcla para suspender una historización, si se me permite el término, de la tradición de eso que se ha llamado “Literatura mexicana”. Dentro de las literaturas nacionales el canon hegemónico con el que se representa a todo un pueblo ha tratado de ser la esencialidad al interior de propuestas más “serias”. Con esta seriedad comienza Munguía a deconstruir la visión de un pueblo desde su producción discursiva. Al ofrecer una visión desde la literatura, la autora trata de desestabilizar la nación de canon y de sus formas como parte de un proceso de desmantelación y de esa manera explorar una literatura mexicana que ha sido acallada. A la que se le ha soslayado sin entablar un diálogo con la literatura de gestación nacional. A la idea de la tristeza y de la melancolía con la que el canon ha visto al pueblo mexicano se antepone la risa en sus variadas manifestaciones, desde la satirización a la literatura humorística, tanto como categoría estética como ética, para hablar de un mexicano total y, aventuro yo, mucho más fenoménico. Así Munguía afirma: “La risa abre las puertas a la duda, puede funcionar como un eco distorsionador de lo que tiene un valor único y lineal” (35). El libro pondera seriamente una vuelta al análisis para dejar la esencialidad con la que el estudio de la literatura nacional se ha enfrascado desde su fundación como idea abstracta. El libro pretende abrir el diálogo de quienes “seriamente” contemplan el fenómeno literario como un campo de configuraciones estéticas que nada tienen que ver con el habitante y su interacción con la sociedad en la que está inmerso.

En un primer momento el estudio de Munguía indaga las razones de la seriedad dentro del campo de las letras nacionales. De ese modo, la postura más elitista se identifica a sí misma con la seriedad que busca describir un carácter unificador de aquellos que conforman una nación pero que no son parte de quienes están ahí para imaginarla. “La estratificación cultural” dice Munguía “genera, naturalmente la existencia de por lo menos dos lenguajes diferenciados y con mucha frecuencia en punga: el habla de las clases populares y el de los sectores ilustrados” (36). Así dentro de la pugna al ser los sectores ilustrados representantes del México minoritario y criollo imponen su visión de la mayoría y disminuyen su valor cultural a mero sabor folclórico carente de una totalidad humana. Más adelante en el primer capítulo, que considero de vital importancia para el replanteamiento del estudio de lo nacional y la materialización de un diálogo horizontal, la autora afirma “se ha destacado en nuestra historia una franca hostilidad hacia todo lo que huela a pueblo por parte de [End Page 239] amplios grupos que, en distintos momentos, han detentado el poder de la letra. Evidentemente, en la idea brumosa de pueblo entra siempre un dejo de racismo, en el rechazo...

pdf

Share